Diario de Valladolid

El protagonista más inesperado

El diputado del PSOE por Burgos Agustín Zamarrón afirma que quiso «distendir los tiempos» con sus comentarios como presidente de la Mesa de Edad en las votaciones del Congreso

No tardaron mucho las redes sociales, especialmente Twitter, en sacar el parecido entre Zamarrón y el escritor RamónMaría delValle Inclán. Fue ‘trending topic’.-TWITTER

No tardaron mucho las redes sociales, especialmente Twitter, en sacar el parecido entre Zamarrón y el escritor RamónMaría delValle Inclán. Fue ‘trending topic’.-TWITTER

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M. REMÓN / DIEGO SANTAMARÍA BURGOS
Valladolid

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El diputado del PSOE por Burgos Agustín Zamarrón se convirtió ayer en el protagonista inesperado de la sesión constitutiva del Congreso. El histórico socialista mirandés, de 73 años, fue el presidente de la Mesa de Edad. Sus sentencias y su larga barba blanca han sido objeto de múltiples comentarios, especialmente en las redes sociales, por su parecido al escritor RamónMaría del Valle Inclán. Oportuno parecido en una sesión de comienzo de la XIII legislatura que en algunos momentos ha tenido momentos esperpénticos y cuya presencia como presidente accidental del Congreso ha servido para que se convirtiera en tendencia en las redes sociales.

Así, mientras los diputados estaba pasando por delante de la Presidencia para votar en la urna, Zamarrón, al ver que se estaba formando una pequeña aglomeración al llamar demasiado deprisa a los diputados, no dudó en afirmar: «A ver si ubican, hemos creado una cola más grande que la del pan en la época de la carestía». No ha sido el único comentario sobre las aglomeraciones de sus señorías al pasar por delante de la urna para depositar su voto. Haciendo honor a su experiencia como médica, ha incidido en que había que «mejorar el flujo porque estamos propensos a la trombosis». También ha pedido a los diputados que era necesario mejorar «el flujo humano». O cuando reclamaba a sus señorías, «a ver si es posible liberalizar un poco el foso porque es que no pueden salir». También para terminar con las votaciones, el presidente de la Mesa de Edad ha pedido que se dejara «expedito» el pasillo de la izquierda porque «tenemos que ir con la sacra urna a ver a Pablo Echenique».

Su aspecto decimonónico, su dicción lenta, marcada y profesoral también han servido para dotar de un aire de otra época a su breve intervención antes de que empezaran las votaciones. A ello también han contribuido expresiones y reflexiones como que «el pueblo español nos pone aquí para que lo representemos en su predicado categorial de ciudadano». Ejemplo de su bagaje más allá de los ‘memes’, las comparaciones o los tuits más o menos ingeniosos. En su saluda y bienvenida a los diputados del Congreso recordó que una nueva legislatura «entraña tiempo, continuidad y quiebra». Y visto lo visto en la primera sesión van a ser necesarias las tres. Asimismo, añadió que esta «ley general de la democracia gravita con especial fuerza sobre la Cámara, observarla es nuestro honor y nuestra servidumbre». Aunque algo le comentaron sus compañeros de partido, Agustín Zamarrón restaba importancia al hecho de convertirse en trending topic en Twitter por sus frases para la posteridad y su evidente parecido a Valle-Inclán. Como un «azacán», el presidente de la Mesa de Edad del Congreso de los diputados asumió su responsabilidad con «mucho honor» y un «profundo sentido de servidumbre al electorado».

No imaginaba ni de lejos que sus palabras recibirían los elogios de cientos de internautas y medios de comunicación de tirada nacional rendidos ante la sabiduría de un histórico socialista de Miranda de Ebro novato en estas lides.

Midiendo los tiempos para no extenderse durante su discurso para no explayarse demasiado, Zamarrón se apropió de las «ideas de Jürgen Habermas» para defender los principios básicos del Estado de Derecho y explicar a los recién llegados el funcionamiento e importancia de la Cámara Legislativa. Hasta ahí todo normal. Después ordenó «liberalizar» un poco el foso», mejorar el «flujo» para no perjudicar a los «propensos a la trombosis» o impedir que se formase una «cola más grande que la del pan en la época de la carestía». Ninguna de esas frases estaba preparada. Todo fue fruto de la «espontaneidad» con la clara «intención de distender los tiempos muertos en los que la gente está aburrida y cansada». Pese a su tono aparentemente serio, Zamarrón no pretendía reprochar ni mucho menos el caótico trasiego de diputados durante la constitución de las Cortes Generales. De hecho, reconoció su «enorme satisfacción» por el «comportamiento y atención de todos los congresistas». Además, le congratuló observar desde un puesto privilegiado «la alegría con la que votaban».

Sin lugar a dudas, su petición de «expedito el pasillo del tercio izquierda» para desplazarse con la «sacra urna» hasta la silla de Pablo Echenique fue uno de los momentos más memorables de la sesión. Zamarrón restaba importancia a su intervención porque lo único que pretendía es facilitar las cosas a un diputado que «no se puede acercar». Por lo demás, su única «preocupación», como siempre, era el pleno desarrollo de la «acción política» porque es el «condimento habitual del hombre como ciudadano».

Más allá de las anécdotas, la diputada y secretaria general del PSOE de Burgos, Esther Peña, destacó la presencia de Zamarón como presidente de la Mesa de Edad y el tono de su discurso, que han servido para «traer la cortesía y las buenas formas» al Congreso. Peña confirmó, por cierto, que Zamarrón entró alCongreso de su mano, como había pedido.

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