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La hija de Morchón dice que su labor era de facturación y que desconocía al extrabajador

El resto de declaraciones coinciden en que «nunca» se les ordenó ningún cambio de féretro

La hija mayor de los Morchón, Rosario, saliendo del Juzgado.-LA 8 VALLADOLID

Publicado por
LAURA ROLDÁN VALLADOLID
Valladolid

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La hija mayor del dueño y fundador del grupo funerario El Salvador, Rosario Morchón, que prestó ayer declaración como investigada en la ‘Operación Ignis’ en el Juzgado de Instrucción número 6, aseguró que su trabajo se limitaba únicamente a la facturación en la oficina y que en ningún momento tuvo relación con la labor de incineración, ni conocía al extrabajador Justo Martín.

En su declaración, R. M. indicó que es su hermano el que llevaba la gestión de la funeraria tras la jubilación de su padre y que el servicio prestado a las aseguradoras es «transparente», ya que ellos envían a una persona para que acompañe a la familia del fallecido y comprueban cómo se realiza, siendo ellos finalmente los que dan el visto bueno a la factura final.

Además, explicó que cuando otras funerarias usan los servicios de El Salvador, su personal está presente y se mueven con total libertad por el tanatorio.

En cuanto al despido de una de las trabajadoras, Sara, única testigo de la acusación, alegó que la razón fueron las numerosas ocasiones en las que acudió ebria al trabajo y que el papel de esta persona se limitaba a la recepción y la cafetería, por lo que no conocía el servicio funerario.

Junto con R. M prestaron también declaración otros tres trabajadores de la funeraria –Eladio G. M., Felicísimo A. G., y David M. G.– que al igual que la hija de Morchón, solo respondieron a las preguntas de la jueza, el fiscal y la defensa, exclusivamente.

E. G., F. A. y D. M. explicaron que varios empleados trataron de comprobar cómo pudo hacerse el cambio y las manipulaciones de cuerpos mediante pruebas entre ellos y confirmaron que un cuerpo de 90 kilos puede manipularse por una sola persona y que el tiempo que se tarda no es más de cinco minutos.

A la pregunta de si alguien les ordenó hacer algún cambio de féretro, los trabajadores respondieron que «nunca» y que «jamás» se oyó algo parecido en la empresa, lo que contradice el testimonio de Sara.

En cuanto a los pagos de las nóminas, que según el extrabajador Justo Martín no se abonaban en ciertas ocasiones, los investigados declararon que siempre cobraron su sueldo.

Las declaraciones de ayer coinciden en otra contradicción en el testimonio dsel extrabajador. En el momento en el que J. M. sitúa a dos de estos empleados haciendo cambios en los ataúdes, estos se encontraban trabajando en otro municipio o realizando funciones distintas a las de incineración.

Los investigados aseguraron que toda la documentación de la empresa se guardaba en la oficina del cementerio y solo había una persona presente en cada turno, entre ellos, Justo.

Respecto al papel de la hija menor de los Morchón, Laura, afirmaron que únicamente acudía a hacer sustituciones de vacaciones en la recepción y la cafetería.

Los abogados de Ignacio Morchón están estudiando presentar la petición de recusación de la jueza por «su visión incriminatoria de los hechos y una enemistad manifiesta acreditable a través de las preguntas realizadas en diferentes interrogatorios desde el inicio del procedimiento», según asegura la defensa y solicitó la puesta en libertad inmediata de Ignacio Morchón al considerar «acreditadas las falfalsedades de J. M.»

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