Diario de Valladolid

«Si pagan por algo, que sea auténtico»

Los artesanos lamentan la reducción del número de participantes y creen que no se da el «valor suficiente» al trabajo que hay detrás de una pieza tradicional

Asistentes observan como elaboran un plato tradicional durante la XXVII feria de artesanía de Valladolid.-J.M. LOSTAU

Asistentes observan como elaboran un plato tradicional durante la XXVII feria de artesanía de Valladolid.-J.M. LOSTAU

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ELVIRA G. VELICIA / VALLADOLID
Valladolid

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Velas, pendientes de papel, jabones, vasijas, bolsos, cinturones y así un sinfín de productos, es lo que se puede encontrar estos días en la XXVII Feria de Artesanía de Valladolid. Desde ayer y hasta el domingo 21 de abril se podrá disfrutar en el Paseo Central del Campo Grande de productos elaborados de manera artesana y de talleres que pretenden acercar al público hacia los trabajos más tradicionales.

Esta cita se convierte un año más en un escaparate donde los artesanos tratan de vender sus elaboraciones, pero sobre todo pretenden que los asistentes conozcan todo el esfuerzo que hay detrás de todo lo que ven en los mostradores «merece la pena verlo, yo animaría a todo el mundo que vaya a una ciudad donde haya una feria a que aproveche para visitarla, además hay muchas en esta época», confesó Ana responsable de ‘KIMU’, un stand que se estrena en la feria de Valladolid y que viene desde Girona. En su puesto se ofrece cerámica «muy original» que recrea en forma de complemento ilustraciones románicas, celtas, egipcias o huellas de animales, entre otras.

Alfareros, ceramistas, joyeros, vidrieros… todos lamentaron que el sector artesanal en España está infravalorado, y criticaron que en otros países como Francia o Inglaterra se venden los mismos productos pero diez veces más caros. Desde ‘KIMU’ explicaron que «es importante visitar y conocer las ferias de artesanía porque son pequeños talleres locales que hacen cosas con mucho gusto y originalidad, de una forma verdaderamente muy sostenible que beneficia a la economía de todo el país, y además consiguen productos exclusivos con mucho valor».

La lucha de los pequeños talleres por sobrevivir se ha hecho patente en los últimos años, y también se dejó ver en la vigesimoséptima edición «hemos pasado de ser 100 talleres en las primeras ediciones, a ser unos 30 en la de este año», afirmaron desde ‘Luz de Vela’, y confesaron que llevaban 12 años acudiendo a la feria pero porque su taller está a tan solo 12 kilómetros de la capital, en Ciguñuela.

Los artesanos se quejaron de que los talleres siguen sufriendo la crisis. «Estamos pasando por un tiempo un poco difícil», confirmó Raúl Santana, maestro vidriero segoviano. Aun así no tiran la toalla y pretenden atraer a los clientes seleccionando productos de calidad «para que si pagan por algo al menos sea auténtico y diferente, ya que eso es lo bueno de la artesanía y del arte en general», alegó Santana, quien se mostró confiado en que es posible «recuperar el gusto por las cosas hechas a mano».

PROTAGONISMO DEL VIDRIO

Durante los cinco días que dura la feria el maestro artesano segoviano Raúl Santana, a quien avalan 35 años de experiencia y su participación en importantes proyectos en distintas provincias de la Comunidad, enseñará en el stand que lleva su nombre, a través de un taller demostrativo de vidriera artística cual es el proceso de elaboración de una vidriera. Para la feria ha decidido elaborar delante de los espectadores dos tipos de vidrieras, que llevarán una temática religiosas por coincidir con los días de Semana Santa.

Una será de ‘emplomado tradicional’ y otra con la técnica ‘tiffany’, esta última según explicó Santana es una técnica más accesible para ver, mientras que el emplomado es más clásico, y suele ser el usado para decorar edificios públicos.

Raúl Santana explicó que la finalidad de este taller es «divulgar un oficio tradicional, que no se está teniendo últimamente en cuenta», y reclamó que esta disciplina «tiene muchas posibilidades tanto de forma didáctica como decorativa, no solo en la restauración». La asistencia al taller es gratuita y se desarrollará cada jornada de 12 a 14 horas y de 18 a 21 horas.

EL TIEMPO MANDA

Desde los que se estrenan hasta los más veteranos, todos están pendientes del cielo, porque la climatología es un factor muy relevante para una feria que se celebra en plena calle. María Gómez Forte, escritora y editora de libros infantiles de ‘cuentosartesanales.com’ explicó que las expectativas de la feria eran positivas pero que el tiempo era muy determinante porque «cuando hace malo la gente se queda en casa».

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