El Esgueva subterráneo se suma en primavera a las rutas turísticas
La Sala San Benito crea un acceso a las bóvedas y colgará una muestra arqueológica permanente
La esperada visita turística subterránea a las bóvedas del ramal norte del Esgueva ya está más cerca. La concejal de Cultura y Turismo, Ana Redondo, informó que en el mes de marzo o de abril de 2019 ya se podrá acceder desde la antigua sala de exposiciones de San Benito al subsuelo del antiguo monasterio de San Benito y descubrir los restos del Alcazarejo, la fortificación medieval que sirvió de defensa de la ciudad desde el siglo XIII
Un primer y anhelado paso para disfrutar de las entrañas del Esgueva que va a hacerse realidad con los trabajos ya en marcha para la adecuación y ordenación de los espacios de la Sala de San Benito y zona arqueológica, que tiene un presupuesto de 74.308 euros (con IVA).
La Sala de San Benito se clausuró hace meses como núcleo de exposiciones fotográficas y se trasladó a un espacio ad hoc en el Museo Patio Herreriano. Ahora llega el momento de su reapertura con tres atractivos diferentes: albergar el punto de información turística de Fuente Dorada; alojar una exposición permanente sobre la arqueología de Valladolid y crear un acceso al subsuelo de San Benito para visitar las bóvedas del Esgueva.
Redondo explicó que el acceso se realizará desde la parte baja de la Sala, la anteriormente dedicada a exposiciones. Ahora, de hecho, esta zona del viejo Alcazarejo ya se puede ver a través de una pequeña puerta. Una perspectiva que permite descubrir una bóveda y un aljibe. Según Redondo será un pequeño recorrido, que tendrá su continuidad, ya que una segunda fase prevé proseguir el recorrido hasta el Val. «Incluso estamos dando vueltas a introducir nuevas tecnologías como hologramas o gafas tridimensionales para recrear el Valladolid arqueológico con una atmósfera más atractiva», indicó.
La obra servirá además para instalar en la parte de arriba de la Sala de San Benito el punto de información turístico ahora ubicado en un módulo en la plaza de Fuente Dorada, ya que la Concejalía quería trasladar este servicio a un emplazamiento más digno. Redondo no dudó en calificar la caseta de «mamotreto», que «afea muchísimo la plaza» y que debe retirarse, a su juicio, después de haber sumado nada menos que 20 años como «instalación provisional».
La idea de hacer visitable el ramal norte del Esgueva tomó forma en los trabajos arqueológicos previos a la restauración del mercado del Val (2014-2016), como adelantó EL MUNDO DE VALLADOLID. La empresa Strato, encargada de los trabajos arqueológicos de supervisión de la obra, descubrió en las tareas de vaciado para cimentación y saneamiento, una bóveda del ramal del Esgueva que discurre por la calle Sandoval y que tocaba ligeramente el lateral de la instalación de abastos. La empresa, tras comunicar las posibilidades de explotación turística, redactó un proyecto para que el tramo pueda ser visitable desde el mercado hasta la Rosaleda, iniciativa en la que llevan trabajando más un año las concejalías de Cultura, Urbanismo y Medio Ambiente.