El caballo, protagonista en la niebla
La ruta vallisoletana de Pinar de Antequera es una de las más recorridas todo el año debido a su proximidad con la Cuadra de Simancas y su mágico enclave rodeado de naturaleza
Una de las responsables de la ruta a caballo junto con dos participantes mientras realizan el itinerario con los caballos en la localidad de Simancas.-J.M. LOSTAU
El caballo siempre se caracterizó por su agilidad, su nobleza y templanza. Ayudan en labores agrícolas, en fines deportivos y son domesticados para ser montados. Además, suelen ser muy curiosos y sociables, tanto que establecen vínculos con otros animales y aprenden a convivir con los humanos. Con el surgir de un relincho este diario quiso acercarse en la mañana de la jornada de ayer a La Cuadra de Caballos de Simancas, formada con cerca de 20 caballos, para ver a la gente disfrutar de las rutas de Pinar de Antequera, donde venían de ruta tres caballos.
Como cada día, los caballos se preparan para recorrer parajes de la naturaleza que, día tras día, dejan sorprendidos a aquellos que se animan a montar a sus lomos y disfrutar del conocido «gran pulmón de Valladolid». Esta ruta rodea las cerca de mil hectáreas de monte por donde se respira calma y hay variedad de zonas verdes y caminos para pasear. A pesar de que este lugar se encuentra cercano a la ciudad, en el recorrido a caballo se puede observar la fauna típica de las tierras de pinares: ardillas, conejos, pájaros carpinteros.
A unque el caserío no es nuevo, es práctico para preservar el bienestar de estos animales y está conservado para el entrenamiento. Las instalaciones de los caballos están previstas de servicio de duchas y limpieza, pista de salto, guadarnés, zona de doma y boxes individuales. Asimismo cuenta con un servicio de pupilaje, es decir, una zona habilitada para dotarles con aquellos servicios que puedan necesitar a lo largo del año y para hacerles un seguimiento individualizado cada día, donde disfrutará del alojamiento, alimentación específica, cepillado, herraje, doma o los diferentes servicios veterinarios.
Este espacio está abierto de forma permanente y acoge diversas rutas para disfrutar experiencia de conocer el entorno natural a lomos de un caballo. Los trayectos varían dependiendo del itinerario y pueden ser de dos a cuatro horas o de días.
En la provincia de Valladolid es muy conocido el paseo a caballo en Pinar de Antequera y sus alrededores, ya que la ventaja de esta ruta es la proximidad y cercanía de la cuadra con el Pinar. En cuanto a ‘La Ruta del Vino’, se sitúa en la confluencia del Pisuerga en el Duero, donde el Duero se hace más grande y vistoso. Se trata de una ruta gastronómica rodeada de naturaleza donde, «con el trote del caballo», se puede descubrir toda la ribera del Río Duero.
Otros itinerarios recorren el Parque Natural de Doñana o La Sierra de Gredos, entre otros. Además de las tradicionales rutas, se ofrecen clases individualizadas para todas las edades, tanto para niños como para adultos. Las clases tendrán un máximo de una o dos personas, lo que facilita la labor del personal supervisor.
El colegio «Nuestra Señora del Rosario» colabora cada lunes y miércoles en los cursos de equitación que ofrece Proatur para niños con el fin de que aprendan a ser «los guías de la naturaleza».
Además de la hípica de Simancas, la empresa turística Proatur también cuenta con un camping situado en la localidad burgalesa de Covarrubias, donde cada día se llevan a cabo rutas. Este espacio cuenta con cerca de 85 caballos y constituye un importante conjunto histórico, artístico y medioambiental de enorme interés.