La calle del Padre Llanos abrirá al tráfico a principios de la próxima semana
Sánchez fija en la semana que viene la fecha límite para asfaltar la vía que se cortó después de que reventara una tubería a finales de octubre
Más de tres semanas lleva cortada la calle del Padre Llanos (Parquesol), después de que el 28 de octubre se produjera un reventón en una tubería tubería de fibrocemento ( de 500 centímetros de diámetro) que dejó a parte del barrio sin agua durante diez horas. Y parece que en los próximos días, por fin, se abrirá al tráfico.
Después de que el Grupo Municipal Popular llamara la atención sobre este aspecto, la concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad, María Sánchez, anunció que se asfaltará esta semana o a principios de la próxima. La edil sostuvo ayer a este diario que estába previsto arreglar conjuntamente las calles del Padre Llanos y de Enqrique Cubero –también ubicada en el barrio de Parquesol–, que debe ser asfaltada.
Como desplazar los equipos resultaba «muy costoso», las obras se iban a ejecutar «a la vez». Al final, Enrique Cubero será asfaltada en dos o tres semanas, por lo que el Ayuntamiento decidió adelantar las obras y arreglar la calle del Padre Llanos esta semana o, como muy tarde, a principios de la siguiente.
El PP pidió ayer al Consistorio, a través de un comunicado de prensa, una gestión «más eficaz» de las averías y de su posterior reparación, que genere «las menores molestias posibles» a los usuarios y que permita abrir «de manera inmediata» al tráfico en el caso de la calle del Padre Llanos, «pues bastantes perjuicios ya sufrieron con la avería y la falta de suministro».
El grupo liderado por José Antonio Martínez Bermejo hacía referencia así a los contratiempos que se produjeron cuando reventó la tubería y afectó a cientos de usuarios de Valladolid no solo en la calle del Padre Llanos, sino también en las vías de Julio Senador Gómez, Manuel Azaña, Mateo Seoane, Amadeo Arias o Miriam Blasco, que se quedaron sin suministro.
La concejala lamentó las molestias, mientras el PP acusó a Aquavall (el ente público empresarial local que gestiona el servicio del agua) de no gestionar las averías «de la forma más eficiente posible».