Diario de Valladolid

A un paso de la universidad con tan solo once años

Nicolás Sánchez, con esta edad, es capaz de entender textos de bachillerato o primero de carrera gracias al método Kumon

Nicolás Sánchez, de 11 años, en el centro Kumon Valladolid - Parque Alameda.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC

Nicolás Sánchez, de 11 años, en el centro Kumon Valladolid - Parque Alameda.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC

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SABINA SINOVAS / VALLADOLID
Valladolid

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Con once años, uno se imagina a un niño disfrutandoy jugando más que estudiando. Pero no para todos es así, algunos comienzan a trabajar su mente desde esta edad o incluso antes para allanar el camino de los estudios y que resulte más sencillo el ‘incar los codos’.

Este es el caso de Nicolás Sánchez, un niño de 11 años que ha sido el primer alumno vallisoletano de Primaria en completar el programa de Kumon Lectura, llegando hasta el nivel L. Un hito para un niño con una edad tan corta. Nicolás es capaz de comprender textos propios de alumnos de bachillerato o primero de carrera.

El método Kumon de aprendizaje nació en Japón en el año 1954 de la mano de Toru Kumon cuando descubrió que su hijo no estaba desarrollando todo su potencial en matemáticas.

Virginia Vicente, orientadora de Sánchez, define a Nicolás como un niño luchador, como los demás, con muy buenos principios. La diferencia con el resto está en la constancia ya que este programa «requiere esfuerzo», alega. Nicolás dice que Virginia le ha ayudado mucho porque «cuando me costaba, me ponía menos». «El trayecto tiene que ser fácil y cómodo», declara Virginia.

No se consideran profesores sino «orientadores». «No somos profesores», insiste Virginia, «buscamos desarrollar el potencial». El papel de un orientador de Kumon es descubrir el nivel de capacidad académica de cada alumno. Se aseguran de que los alumnos experimenten siempre la sensación de logro, lo que los anima a disfrutar estudiando.

Por su parte, a Nicolás le gusta ir a clase, su asignatura favorita son las matemáticas y, de ellas, lo que más le gusta son «las fracciones». Está orgulloso de lo que ha conseguido pero más «por haber terminado», proclama. Nicolás dice que de mayor le gustaría ser Policia. Le gusta leer y su libro favorito son ‘Los Futbolísimos. El Castillo Embrujado’. Confiesa que lee «a veces», casi siempre «antes de acostarme». Practica deporte, el tenis, y antes hacía atletismo y fútbol. Al igual, le gusta mucho la música y toca el oboe, lleva 3 años, «este año será el cuarto», subraya Nicolás.

Nicolás ya participaba en otro programa: el de Matemáticas, desde los 4 años pero comenzó en este a distancia, desde Madrid. Se apuntaron a Kumon «por unos amigos», hablaron con ellos, les convenció y, a partir de ahí, decidieron seguir adelante, «a ver cómo resultaba», manifiesta Luis. Dicen que fue «duro» tener que hacerlo a distancia porque los libros los enviaban para todo un mes, no semanalmente como en Kumon Valladolid – Parque Alameda. Ambos, Luis y Olga, tenían que ser los profesores de Nicolás.

Antes lo que hacían era «orientarle con las tareas» sobre todo durante la semana de colegio para que tuviera el fin de semana libre. Ahora, Nicolás llega a casa y comienza a hacer los deberes, «porque quiere jugar», confiesa Luis. Definen a Nicolás como un niño «muy maduro» y «responsable» aunque sea un niño tan joven. «Tengo miedo de que sea tan independiente», admite Olga.

Desde que Kumon llegó a Valladolid, ambos padres ven un «cambio total» aunque no todo ha sido un lecho de rosas. A Nicolás le dio un «bajón» por noviembre porque se le acumularon el colegio, las clases extraescolares y Kumon. Incluso pensó en «dejarlo todo» pero sus padres insistieron y, al final, el pequeño «se motivó» y hasta hoy.

Virginia destaca el esfuerzo, la motivación y la constancia pero, sobre todo, la importancia de los padres. Los niños de esta edad necesitan todo el apoyo de parte de sus padres para ayudarles al desarrollo, según Virginia. Y es que tanto Olga como Luis han estado muy pendientes de Nicolás desde que comenzó. Pero, ya lo dicen, todo esfuerzo tiene su recompensa y estos padres pueden presumir en todas las cenas familiares de Nicolás y de sus logros.

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