Diario de Valladolid

Puente y su equipo mantienen el rumbo en 2018

Mientras el alcalde y los grupos que le apoyan consideran que están puestos los cimientos del cambio en el Ayuntamiento y su deseo es seguir en esta línea, el PP aspira en el nuevo año a consolidar su alternativa y C’s pide al regidor más autocrítica

Imagen del regidor vallisoletano, Óscar Puente.-E.M.

Imagen del regidor vallisoletano, Óscar Puente.-E.M.

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Fernando Martín
Valladolid

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El 2018 arranca mañana y, más allá de los deseos tradicionales de salud y trabajo, para los grupos municipales en el Ayuntamiento es un año preelectoral. Para los que están al frente del gobierno municipal es tiempo de consolidar lo empezado y acelerar lo que está pendiente. Durante estos dos años y medio de alianza entre el PSOE y Valladolid Toma la Palabra, con el apoyo de Sí se Puede, los tres grupos que sustentan el gobierno han logrado mantener el equilibrio. Las diferencias, que existen, nunca traspasaron los límites sobre los que se asienta esta cohabitación a tres bandas, pero en algún momento cada uno tendrá que buscar su espacio de cara a las elecciones de mayo de 2019.

Para la oposición, en especial para el PP como aspirante a recuperar la alcaldía, toca hacerse visible. Estos dos años y medio han sido duros para los populares tras dos décadas al frente de la alcaldía. ‘Chupar’ banquillo después de jugar tanto tiempo como titular no es fácil y el año que ahora empieza será importante. Además de los deberes propios de la oposición, en 2018 tienen que aclarar quién será su candidato y si el elegido es su portavoz: José Antonio Martínez Bermejo.

En el PSOE tienen resuelto el dilema. El candidato será de nuevo el alcalde, Óscar Puente. En su carta para el árbol de los deseos, el regidor pide que en 2018 «se cumplan los proyectos» que están previstos.

Aquí están el paso subterráneo y el túnel de La Pilarica, el polideportivo en Delicias, «avanzar en la rehabilitación del 29 de Octubre» y, entre otras iniciativas, poner en marcha de una vez el cambio de los accesos al aparcamiento de la Plaza Mayor. Sobre el papel es un guión que puede cumplirse, pero está por ver.

Convencido de que la gente no juzgará el trabajo del equipo de gobierno y el suyo «por el último año» sino por el conjunto del mandato, se marca como objetivo «seguir haciendo cosas, un centro de mayores aquí, una escuela infantil...». Optimista, afirma que 2018 «pinta bien para Valladolid si los catalanes no enredan demasiado» y aunque falta un año y medio para las elecciones municipales añade que «electoralmente» lo ve «bien».

MARTÍNEZ BERMEJO. No lo ve tan claro el portavoz del Grupo Municipal Popular, José Antonio Martínez Bermejo, seguro de que en 2018 saldrán a la superficie «las divergencias que ya han empezado a verse en el equipo de gobierno». Uno de sus deseos para el año que ahora empieza es que reine mayor «concordia» entre los grupos municipales, aunque desde el otro lado apuntan al PP como causante de algunas de las discordias vividas en el Ayuntamiento desde que perdieron la alcaldía en 2015. Pero los buenos deseos no están reñidos con la batalla política y la aspiración para el nuevo año es «hacer una oposición más sólida para que los ciudadanos vean que el PP es una alternativa de gobierno». Y remacha: «El PP quiere gobernar».

El portavoz popular añade que la política del «tripartito» hace aguas y pone como ejemplos la caída de la población por debajo de los 300.000 habitantes y el hecho de que no exista «ni un proyecto industrial» en la ciudad en estos dos años y medio. Sobre si será el candidato de su partido para las elecciones de mayo de 2019, se limita a señalar que «es posible» que esa incógnita se despeje «antes del verano de 2018».

MARÍA SÁNCHEZ. Para Valladolid Toma la Palabra, socio del PSOE en las tareas de gobierno, el rumbo del barco es el adecuado y el deseo de su portavoz, María Sánchez, para 2018 es avanzar en un proyecto de ciudad «fundamentado en actuaciones más equilibradas y mejor distribuidas, lejos del gigantismo o quimeras nunca llevadas a efecto», cuyo ejemplo más visible sería el soterramiento. Sánchez considera, en su balance «modesto, pero positivo» de estos dos años y medio, que han conseguido dar un viraje «de 180 grados al tono, las actitudes y las prioridades» y ese es el camino en el que hay que ahondar en este nuevo año.

Al contrario que el PP, ve «estabilidad» en el equipo de gobierno, aprecia una «mejor imagen» del Ayuntamiento entre los ciudadanos y una nueva relación con los colectivos sociales. En el debe para el año que ahora empieza, la representante de Valladolid Toma la Palabra incluye el avance en la estrategia para una nueva movilidad -más transporte público y más bicicleta y menos coche- la construcción del centro de la mujer, la «reconsideración del Patio Herreriano o la Fundación de Cultura» y, entre otros objetivos, ofrecer nuevas propuestas «de ocio saludable para la juventud». En definitiva, afirma Sánchez, avanzar en un modelo de ciudad «a una escala mucho más razonable» que la proyectada en mandatos anteriores.

ROSARIO CHÁVEZ. En una línea muy parecida se pronuncia la portavoz de Sí se Puede, Rosario Chávez, cuando se le pregunta por su deseo para 2018. «Construir sobre la base que ya hemos puesto», responde y añade, ya con más concreción: que nadie tenga que dejar Valladolid por falta de oportunidades, dar respuesta a las necesidades de los que se encuentran en situación de emergencia social, seguir trabajando en la construcción de una ciudad amable, justa, equitativa, solidaria y sostenible en la que nadie se quede atrás y reforzar las acciones dirigidas a mejorar la transparencia.

Sobre el conflicto con la dirección provincial de Podemos tras el expediente de expulsión abierto a los tres concejales del grupo y su posible repercusión en un futuro, Chávez afirma que «nadie está en condiciones de saber qué pasará en un año y medio».

PILAR VICENTE. Los deseos de la portavoz municipal de Ciudadanos, Pilar Vicente, se antojan tan ambiciosos como difíciles de cumplir. Pide Vicente que Valladolid recupere población, empleo y oportunidades para que los jóvenes no tengan que emigrar y una ciudad «totalmente accesible que recupere la vida y la actividad en el centro, apostando por el pequeño comercio». Muy crítica con el equipo de gobierno, a Puente y a sus concejales les pide «diálogo, palabra y autocrítica, que buena falta les hace», además de disposición para «escuchar a todos» y «cumplir sus promesas». También espera que se pueda «conocer la verdad sobre el fracaso del soterramiento».

JESÚS PRESENCIO. El concejal no adscrito, Jesús Presencio, pide en su carta a 2018 que Valladolid «recobre la posición próspera, que con el actual equipo de gobierno se ha perdido». Además de atraer inversiones productivas, coincide en un deseo recurrente: trabajar para que los jóvenes tengan su oportunidad en la ciudad. Y sus deseos los resume en uno: hacer una ciudad «que mire más por el desarrollo del individuo que por implantar modelos políticos obsoletos».

PEDRO HERRERO. La respuesta del portavoz del PSOE, Pedro Herrero, puede servir para todos los que se muestran críticos. Afirma Herrero que el equipo de gobierno «está haciendo los deberes en todo aquello que depende del Ayuntamiento». Las cosas «van bien», asegura, y por tanto, en 2018 hay que «mantener el rumbo», pero puestos a pedir un deseo le emplaza al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a cambiar «la regla de gasto» para los ayuntamientos».

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