Valladolid pone freno a los desahucios por hipoteca y alquiler

Los desahucios no han concluido en Valladolid, aunque lo hacen ya fuera del foco mediático y con menor intensidad. Fue, durante el verano, la única provincia castellana y leonesa, junto a Salamanca, que puso freno a los desahucios que se ejecutaron como consecuencia del impago de un alquiler y también de una hipoteca.

Así, contrajo el volumen de lanzamientos practicados a familias que no podían hacer frente a las obligaciones hipotecarias contraídas con las entidades financieras un 23,3% frente al tercer trimestre del año anterior. Y recortó en un 19% los desalojos por no poder pagar al casero la cuota del alquiler, convirtiéndose así en la cuarta de España con mayor rebaja.

Con todo ello, Valladolid aumentó en términos globales los lanzamientos en un 5,9% debido, como figura en el informe ‘Efectos de la crisis económica en los órganos judiciales’, elaborado por el Consejo General del Poder Judicial, a otro tipo de lanzamientos.

La situación de Valladolid fue diferente a la vivida a nivel autonómico, donde los lanzamientos se cebaron, sobre todo, con aquellas incapaces de abonar el pago de las mensualidades del alquiler. Estos representan ya seis de cada diez desalojos que ejecutan los juzgados de la Comunidad; un porcentaje tres puntos superior incluso al observado a nivel nacional. Y subiendo. Esa escalada se reproduce ya por segundo año consecutivo.

Según el informe, los desahucios practicados sobre inquilinos que no pudieron abonar las mensualidades del alquiler repuntaron entre julio y septiembre un 13,3% en Castilla y León, multiplicando así por tres los datos del conjunto de España (un 4,2%). Fueron en números redondos 332 las familias castellanas y leonesas que tuvieron que recoger sus pertenencias en pleno verano y abandonar la vivienda alquilada.

Escalan los desahucios como consecuencia de procedimientos derivados de la Ley de Arrendamientos y, por contra, caen los ocasionados por el impago de las cuotas hipotecarias. Y de nuevo, las diferencias con España fueron notables.

Mientras que en Castilla y León subieron con más fuerza los lanzamientos por alquileres que en el conjunto del país, los desalojos por no responder a las obligaciones hipotecarias contraídas con las entidades financieras disminuyeron, por contra, con más contundencia en la Comunidad que en el país.

Lo hicieron en el tercer trimestre por encima del 26,4%. En España esa rebaja se quedó en el 18,7%. Aún así, 332 familias castellanas y leonesas asumieron la carga de abondonar en esos tres meses esos hogares que un día escrituraron a su nombre.

Sólo cinco autonomías –Extremadura, Valencia, Madrid, Canarias y Castilla-La Mancha– lograron contener en mayor medida su volumen de lanzamientos hipotecarios.

Los alquileres fueron, por tanto, los únicos responsables de que el número global de desalojos practicados por los juzgados de Castilla y León entre julio y septiembre crecieran un 2,5% en relación al mismo trimestre del pasado año. En total, 533 familias desalojadas. La cifra creció por segundo año consecutivo y se coloca al mismo nivel que en el tercer trimestre de 2013.

Los datos estadísticos de la Comunidad, que no se ciñen exclusivamente a viviendas habituales, contrastan con la caída del 4,7% observado a nivel nacional. Castilla y León se coló así entre las seis autonomías que en términos generales vieron aumentado el número de desahucios, aunque nada que ver con las subidas del 34% del País Vasco o del 13% de Aragón.

El informe se detiene, además, a observar el número de ejecuciones hipotecarias (el paso previo a practicarse el desahucio) que se iniciaron en ese periodo. En este caso el resultado invita mínimamente al optimismo. Éstas se han reducido en la Comunidad un 5% en relación al tercer trimestre de 2016, y un 61% si se echa la vista a lo que sucedió en verano de 2013. Castilla y León fue la tercera autonomía con menor reducción de las ejecuciones hipotecarias.

El drama se vivió de forma muy dispar en una o en otra provincia. Llamativa resulta la situación de Zamora. Se convirtió en la provincia con el mayor repunte global de los desahucios de toda España. Hasta un 58,8% subieron. Le siguió Segovia que, con un aumento del 37,5%, se convirtió en la tercera provincia española en ver incrementados el volumen de lanzamientos.

También otras cuatro provincias castellanas y leonesas –Soria, Ávila, Burgos y Valladolid– anotaron incrementos globales. En el otro extremo se situaron León, Salamanca y especialmente Palencia que rebajó su volumen de desahucios totales un 31,3%.

Zamora y Segovia fueron las únicas de Castilla y León que experimentaron aumentos en los desahucios por hipotecas. Soria y Ávila protagonizaron los mayores incrementos de toda España en lanzamientos practicados como consecuencia de no abonar el alquiler.