Bomberos, policías y peones copan los 51 empleos que ofrece el Ayuntamiento de Valladolid
El Consistorio oferta 167 plazas, la mayor convocatoria en 15 años, aunque 116 son para promoción interna y medio centenar de concurso libre / Hay también 8 puestos administrativos y 5 de arquitecto
Bomberos, policías municipales, peones, arquitectos y administrativos acaparan el grueso de las 51 plazas de acceso libre que sacará a concurso el Ayuntamiento. La oferta pública de empleo del Consistorio para 2017 es la mayor de los últimos 15 años, aunque de las 167 plazas que se convocan en total, las de turno libre, aquellas a las que pueden concurrir los ciudadanos, ‘sólo’ son 51.
Es el máximo que permite la ley y en el reparto se da prioridad a la reposición de las plantilla de bomberos y de policías municipales. En este último caso el alcalde, Óscar Puente, dijo ayer que la prioridad «es absoluta». El regidor advirtió, al presentar la nueva oferta pública de empleo junto al concejal de Hacienda y Promoción Económica, Antonio Gato, de que en el caso de entrar en vigor la jubilación a los 60 años para los policías, Valladolid perdería 30 agentes de un plumazo en 2018. Y eso en una plantilla ya está mermada. Con la oferta presentada ayer se cubrirán 8 plazas, aunque son más, 10, las que salen a concurso para bomberos, otro colectivo necesitado de un rejuvenecimiento del personal.
Habrá 8 plazas más para peones, sobre todo del Servicio de Limpieza, 8 para auxiliares administrativos y técnicos de la administración general, 5 para arquitectos y el resto de empleos son para técnicos en diferentes especialidades. De las 50, cuatro se reservarán para personas con algún tipo de discapacidad.
Las 116 plazas restantes, hasta las 167 que completan la oferta de empleo, serán para promoción interna del personal de la casa, un proceso que se activó en 2016 después de años sin posibilidad de ascender. Dos décadas en concreto, según precisó el regidor.
De estas 116, 50 se reservan para la promoción tanto de funcionarios de carrera como de personal laboral, en especial capataces, conductores y oficiales, y otras tantas están pensadas para la estabilización de empleos que ahora son temporales. El capítulo dedicado a la promoción interna se completa con 16 plazas más de personal laboral declarado indefinido no fijo por sentencia, que deberá superar una prueba para consolidar el puesto.
En conjunto, las 167 plazas son 30 que las ofertadas en 2016, pero incluso así, el alcalde reconoció que será muy difícil recuperar los 500 puestos perdidos en los diez últimos años por jubilación. Y no será por presupuesto. Puente aseguró que el Ayuntamiento «tiene recursos suficientes», pero culpó a la tantas veces criticada Ley de Estabilidad Presupuestaria de las Administraciones Locales, la conocida como ley Montoro por ser el titular de Hacienda el que la puso en marcha para frenar el gasto en tiempos de crisis, de ser la causa que impide mayores tasas de reposición.
Aseguró el alcalde que han ofertado «el máximo que permite la ley», pero mientras cada año se jubilan 90 empleados, apenas se cubren el puesto de 50. Un déficit que se acumula año tras año y que da como resultado una plantilla municipal de 2.450 personas, de las que 340 son interinos.
La consecuencia de años sin aplicar la tasa de reposición es una estructura municipal en la que «todos los servicios están cojos, algunos de las dos piernas», lamentó el alcalde. Como ejemplo, explicó que sólo disponían de un ingeniero industrial para la concesión de las licencias industriales. La nueva convocatoria contempla otra plaza de ingeniero industrial.
La falta de personal es una queja recurrente en algunas concejalías, en especial las de Medio Ambiente y Sostenibilidad y la de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, sobre las que descansa la limpieza de las calles, el mantenimiento de los jardines, el servicio de obras y la tramitación de licencias relacionadas con el sector de la construcción y la hostelería.
«Puede que en un tiempo la plantilla municipal estuviera sobredimensionada, pero les aseguro que ahora no», dijo el alcalde antes de añadir que «mucha actividad privada depende de la administración».
Pese a reconocer que la nueva oferta «es claramente insuficiente» para cubrir el hueco dejado por las restricciones de personal de los últimos años, Puente declaró que, incluso así, supone «una apuesta por el empleo público estable».
Las 450 nuevas viviendas revelan el Repunte de la construcción
La concesión ayer, en la junta de gobierno del Ayuntamiento, de una licencia de obras para la construcción de 4 viviendas unifamiliares en la calle Rododendro eleva a 450 las autorizadas en lo que va de año, lo que supone multiplicar por cuatro la media de los últimos ejercicios. El alcalde avanzó que la previsión es llegar a las 500 viviendas a finales de 2017, la confirmación del repunte en un sector que no levantaba cabeza. De confirmarse el dato, la construcción regresaría a los niveles de 2009, aunque todavía muy lejos de la etapa anterior al estallido de la crisis, en los que se superaban las 2.000 viviendas autorizadas al año. Con este repunte y con las obras del túnel y del paso peatonal de La Pilarica, Puente auguró un año 2018 «interesante» para la creación de empleo en Valladolid.