Diario de Valladolid

Más de 300 niños participan en los campamentos estivales del PRAE

El centro organiza desde 2011 campamentos para niños de 3 a 12 años durante las vacaciones escolares de verano, Navidad y Semana Santa

Parque ambiental del PRAE (Propuestas Ambientales Educativas).-ICAL

Parque ambiental del PRAE (Propuestas Ambientales Educativas).-ICAL

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ICAL

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El PRAE (Propuestas Ambientales y Educativas), perteneciente a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, organiza desde 2011 campamentos para niños de 3 a 12 años durante las vacaciones escolares de verano, Navidad y Semana Santa, en los que hasta la fecha han participado cerca de 2.700 niños; 312 este verano.

El centro contó esta mañana con la visita del delegado territorial, Pablo Trillo, que compartió con 25 niños sus experiencias en materia medioambiental, mientras participaban en una yincana sobre el agua y preparaban una representación teatral.

Asi pues, el objetivo de la primera actividad consistió en experimentar la sonoridad de los elementos naturales y disfrutar con el agua como elemento aglutinador de grupo. A continuación, los asistentes interpretaron la ‘Actividad de Siega’, una representación musical con elementos que contienen agua, y ‘Actividad de Ronda’, donde realizaron diferentes pruebas en las que aparece el agua, de nuevo, como elemento central.

En la época estival, la duración de los campamentos es de una semana, desde el 26 de junio hasta el 8 de septiembre en horario de 8.30 a 15.30 horas, con la posibilidad de inscribirse en el servicio de comedor. Cada semana asisten tres grupos; dos de mayores (de 7 a 12 años), de 25 participantes cada uno, y uno de pequeños (de 3 a 6 años), de 15 participantes.

Cada día de la semana se realiza una actividad. El lunes, el primer día, lo dedican a conocerse y a generar vínculos y confianza con el grupo y, a partir del martes, organizan otras actividades como: ‘Paisajes que nos emocionan’, ‘El suelo que nos alimenta’, ‘Fauna y flora sensitiva’ y ‘Agua en Movimiento’. En función de la edad de los participantes, se fijan unos objetivos como fomentar la empatía y el respeto a los seres vivos o desarrollar el espíritu investigador de campo mientras se relacionan con sus compañeros de forma sana y respetuosa.

Desde los inicios, los campamentos se han considerado inclusivos, ya que disponen de acompañantes especializados para personas con discapacidades físicas. Además, se han puesto en marcha talleres de inteligencia emocional especialmente diseñados para trabajar el acoso escolar en las aulas y mejorar el conocimiento personal, la autoestima y la relación y el respeto hacia el otro.  

 

 

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