Diario de Valladolid

El juez García-Castellón regresa de Italia para instruir Púnica y Lezo

El magistrado vallisoletano alcanzó notoriedad en 1992 al lograr la confesión y prisión de los asesinos y violadores de Olga Sangrador y Leticia Lebrato

Manuel García–Castellón.-E.M.

Manuel García–Castellón.-E.M.

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Íñigo Arrúe
Valladolid

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El magistrado vallisoletano Manuel García–Castellón regresará de Italia en los próximos días, donde ejerce de juez enlace, para ocupar la plaza del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional –de la que es titular– y que se encarga de instruir las principales causas por delitos de corrupción de actualidad, como las que afectan a la tramas Lezo y Púnica.

El veterano juez de 64 años, regresa a la Audiencia Nacional tras 16 años en el extranjero, primero en Francia (2000-2012, viviendo la etapa final de ETA, y luego en Italia (2012-2017), después de que el juez Eloy Velasco abandonase el juzgado hace un semana pasada para formar parte de la Sala de Apelaciones.

Durante su etapa en la Audiencia Nacional García–Catellón se encargó de sumarios de gran complejidad y trascendencia mediática como fueron el caso Banesto, que supuso el procesamiento entonces de Mario Conde; el que investigó las irregularidades de Jesús Gil al frente del Atlético de Madrid y el asesinato por ETA de Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997.

VIOLADOR DEL ASCENSOR

A la Audiencia Nacional llegó en 1993 después de un año frenético en Valladolid al frente del Juzgado de Instrucción 2. Aquel 1992 se recuerda como el más doloroso de la crónica negra de la provincia y García-Castellón tuvo un protagonismo decisivo al esclarecer los dos estremecedores crímenes de aquel año:la violación y asesinato de la niña Olga Sangrador y de la joven de 17 años, Leticia Lebrato. El juez logró la confesión de los autores Valentín Tejero y Pedro Luis Gallego (más conocido como el violador del ascensor), respectivamente, y cerró de forma contundente la instrucción para sendos juicios que acabaron con más de 20 años de cárcel para cada uno de ellos.

En una hoja de servicios tan extensa quizá no se recuerde un gesto que realizó este juez conservador en 1998 año en el que presentó su solicitud para ocupar la presidencia del TSJ de Castilla y León y dar relevo a José Luis de Pedro. García-Castellón ingresó en la carrera judicial en 1978. Ocupó los juzgados de las localidades de Durango y Marquina, en Vizcaya, y Azpeitia, en Guipúzcoa. En 1982 se trasladó a Zamora, y un año más tarde a Medina del Campo. En 1984 ascendió a magistrado y ocupó Instrucción 2 de Valladolid,

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