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La mejora económica desemboca en una leve subida de la recaudación

El Ayuntamiento recibe alrededor de 2M€ más por el pago de tributos, sobre todo de las tasas

El concejal de Hacienda, Antonio Gato, junto al alcalde vallisoletano, Óscar Puente-ICAL

Publicado por
Aitor Ferrero

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Una subida tímida pero reseñable. El Ayuntamiento de Valladolid se embolsó, en 2016, cerca de 111 millones de euros en materia de tributos, un 2,1% más que el año anterior, gracias, sobre todo, a la mejora de la actividad económica y a la actualización de determinados conceptos.

Así lo reflejan los datos de ingresos municipales a los que ha tenido acceso este periódico y en los que se evidencia que el grueso de la subida tuvo lugar en las tasas, es decir, en los pagos que abonaron sólo quienes hicieron uso de un servicio determinado, frente a la leve subida que experimentaron los impuestos y que no alcanzó el 1%.

Esta diferencia encuentra su origen en la «mejora de la actividad económica» de la ciudad, tal y como indicó a este diario Antonio Gato, concejal de Hacienda, Función Pública y Promoción Económica del Consistorio, quien dejó claro que las cifras cobradas no se corresponden al total que debería recaudarse, sino a lo que los vallisoletanos pagaron en plazo. Es decir, que a esa cantidad hay que sumarle el montante que desembolsaron aquellos que quisieron ahorrarse la tasa pero a los que cazó la Inspección municipal.

Sin embargo, el aumento generalizado de la recaudación en casi todos estos tributos responde no sólo a la mejora de la economía vallisoletana, sino también a aspectos más técnicos relacionados con la actualización en el cobro de determinados conceptos, como es el caso de las terrazas.

Aunque el importe de esta tasa se había duplicado en 2014 –al estimar el Gobierno municipal que una mesa y cuatro sillas ocupaban tres metros cuadrados de la vía pública y no dos, como se venía considerando hasta entonces–, este cambio no se aplicó al año siguiente, por lo que el incremento en 2016 fue más abultado. De este modo, el crecimiento de la cantidad recaudada no se debió a una subida notable del número de mesas de terraza, que apenas aumentaron en cuarenta de un año a otro, sino a la actualización de la tasa.

Las licencias urbanísticas también constituyeron para el Consistorio una fuente de ingresos notable al crecer tanto en cantidad como en recaudación, pasando de alrededor de 5.800 en 2015 a más de 6.200 al año siguiente. Este concepto engloba tanto a obras nuevas como a reformas de las ya existentes, según aclaró el titular municipal de Hacienda.

Cabe recordar que la escasa recaudación por la ORA no se ajusta a lo que el Ayuntamiento se embolsa por este concepto y sólo refleja el pago por las tarjetas de residente, ya que la cantidad que tragan los parquímetros la abona Dornier –la empresa adjudicataria– al Consistorio en forma de un canon que asciende hasta alrededor de cinco millones de euros al año, de los que cerca de 900.000 son beneficios.

Los impuestos sobre los que el Gobierno municipal tiene competencias constituyeron, por su parte, la mayor parte de los ingresos que recibió en materia tributaria, aunque se mantuvieron en cifras similares de un año a otro, con leves modificaciones.

De ellos, destacó la disminución de las plusvalías –el tributo que cobran las entidades locales y que grava la venta de una vivienda–, un impuesto que, de eliminarse para aquellos casos en los que esa venta se hubiese realizado por un precio menor al de compra –de modo que no hubiese existido una ganancia para el vendedor–, tal y como recogía una sentencia del Tribunal Constitucional, supondría una merma considerable para las arcas municipales.

De nuevo, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) es el que más beneficios reporta para el Consistorio, suponiendo cerca del 60% del total recaudado mediante impuestos. La mejora de la situación económica también se refleja en el incremento del Impuesto de Circulación, que se traduce en la mayor compra de vehículos en la línea de lo experimentado en todo el país durante el año pasado. Relacionado también con esta progresión económica positiva está el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), cuyo incremento es el más notable dentro de los de su categoría.

La iglesia se ahorra más de 1M€ por el IBI

Junto a los impuestos y las tasas se encuentran también los beneficios fiscales, es decir, lo que el Ayuntamiento deja de ingresar al considerar que los usuarios del servicio deben estar libres de la carga impositiva que conllevaría de forma normal, un montante que ascendió, en 2016, a 8,6 millones de euros. Dentro de este montante, la Iglesia es la que más ahorra, un ahorro que se corresponde a sus edificios, que, al estar exentos del pago del IBI, dejan de aportar a las arcas municipales más de un millón de euros cada año.

Del resto de beneficios fiscales, que son iguales tanto para 2015 como para 2016, destaca también la exención del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica para personas con movilidad reducida, que afecta a 7.206 usuarios, una cifra que, a todas luces, parece desproporcionada y sobre la que está actuando la Inspección municipal para evitar la posible «picaresca» de algunos ciudadanos, tal y como señaló a este diario el concejal de Hacienda, Función Pública y Promoción Económica, Antonio Gato. Esta exención supone una merma de más de 800.000 euros para el fisco local.

La bonificación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones constituye también una tajada importante que el Consistorio deja de ingresar y que se eleva hasta los tres millones de euros.

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