Primera estación: el Vía Crucis del Viernes de Dolor

Valladolid comenzó el camino de la Pasión y cumplió su primera parada como si de un Vía Crucis se tratara. Viacrucis, proviene del latín y significa «camino de la cruz». Es una de las devociones o prácticas de oración más extendidas entre los cristianos, y de las más recurridas en la Semana Santa, dado el periodo de reflexión que viven los cofrades de las hermandades.

El Vía Crucis refiere las diferentes etapas o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura y fue el principal protagonista de un Viernes de Dolor que no es más que el comienzo de la intensa actividad que se espera durante estos diez días con motivo de la Pasión.

El Santo Entierro inauguró las procesiones de Valladolid con su ejercicio de Vía Crucis a las 20:30 horas. La procesión comenzó desde la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana con los cofrades portando a hombros el ‘Cristo Crucificado’.

El recorrido partió desde la Plaza de Santa Ana por San Lorenzo y Pedro Niño hasta la Iglesia Parroquia de San Lorenzo Mártir, en cuyo interior se inició el Ejercicio del Vía Crucis. La peculiaridad de este viacrucis es la interacción con el ‘Cristo Yacente’, obra taller de Gregorio Fernández fechada en 1630, que es la imagen titular y el icono de la Cofradía.

Una vez finalizada la XIII estación, se cantó la Salve Popular a Nuestra Señora de San Lorenzo, patrona de Valladolid. Después, la cofradía partió con su imagen titular, el ‘Yacente’, a hombros hasta la Plaza de Santa Ana, a la puerta de la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana. Allí se rezó la XIV estación, ‘Jesús es sepultado’, dando por finalizada la procesión.

Un poco más tarde, a las 22:00 horas, la cofradía de la Exaltación de la Cruz comenzó su Vía Crucis desde su punto de origen y de final, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen. Lo especial del ejercicio es su recorrido por las arterias principales del barrio de las Delicias.

En los primeros años del siglo XXI, la procesión contó con la participación de la Legión, algo que ya no realiza la cofradía tras un cambio de directiva. Se consideraba que la presencia de los legionarios no encajaba con el estilo procesional de la ciudad de Valladolid.

Los cofrades portaron a hombros los pasos del ‘Santísimo Cristo de la Buena Muerte’ y ‘Nuestra Señora de los Dolores’ por la Avenida de Segovia, Paseo San Vicente, Canterac, la Iglesia del Dulce Nombre de María, Mariano José de Larra, Villanueva hasta regresar a la Avenida Segovia y finalizar en la Iglesia del Carmen.

Allí termina la procesión con el canto de la Salve Popular a la Señora de los Dolores, y posteriormente, el ejercicio del viacrucis con el rezo de la XIV estación, ‘Jesús es sepultado’. El resto de las estaciones fueron rezadas en el recorrido por el corazón de las Delicias con la ‘Virgen de los Dolores’, a hombros, como protagonista.

La actividad procesional del sábado se limita a la Procesión de las Cinco Llagas, con la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión como protagonista junto a su paso, el ‘Santo Cristo de las Cinco Llagas’.

El paso será portado a hombros a partir de las 20:00 horas en el día de hoy por miembros de la Cofradía que lo pasearan por las calles de la zona de San Quirce y realizarán cinco actos de oración en conventos de clausura, una por cada llaga del ‘Santísimo’.

Se trata de una de las tallas de crucificados más antiguas de Valladolid, data de 1550, que fue realizada por Manuel Álvarez.