Las Brígidas será peatonal y San Pablo suprimirá la calzada

Junto al Parque Agroalimentario, la reordenación del espacio urbano en el entorno de la plaza de San Pablo y el Palacio Real, Capitanía, sería el segundo gran proyecto de ciudad del nuevo equipo municipal, aunque la necesidad de negociar con tres ministerios, Defensa, Justicia y Cultura, con la Junta y con Patrimonio pone muy difícil conseguir el ambicioso plan de actuaciones que ayer presentaron el alcalde, Óscar Puente, y el concejal de Urbanismo.

Uno y otro coincidieron al señalar que la centralidad de este enclave, en pleno casco histórico, y la existencia de algunos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, edificios que han visto nacer y pasar reyes y que rezuman historia por sus muros, permiten sacarle «mucho más juego» a esta zona, en palabras del alcalde, o «revitalizar un espacio que está infrautilizado», en versión del edil de Urbanismo.

La ‘revitalización’ pasa por construir el Campus en el Salvador, proyecto irrenunciable, recuperar, por fases, el Palacio Real para uso civil, reordenar el espacio próximo a la Casa del Sol, junto al Museo de San Gregorio, y reurbanizar la Plaza de San Pablo y la de Las Brígidas.

De las cinco actuaciones, las tres primeras la llave para su puesta en marcha la tienen otras administraciones, aunque en el caso del Campus el proyecto ya está en marcha. Las otras dos, la de la plaza de Las Brígidas y la de San Pablo, son las únicas que dependen en su integridad del Ayuntamiento y las que tienen visos de salir antes adelante.

La más próxima en el tiempo, según los plazos avanzados ayer por el concejal de Urbanismo, es la remodelación de la plaza de las Brígidas. Aunque el objetivo último es formar un espacio conjunto con la parte trasera del Palacio Real, la conocida como galería de Saboya, mientras las negociaciones con Defensa se ponen en marcha -ya se verá con qué resultado- el Ayuntamiento suprimirá la zona de aparcamientos de la plaza para peatonalizarla, aunque al igual que sucede en la plaza de San Miguel, se permitirá el paso de vehículos. Será una plaza de una sola plataforma, es decir estará toda ella al mismo nivel, y contará con una cuadro verde y una zona dedicada a juegos, que ya tiene. La previsión, y es la que se contempla en el plazo más corto, es que la reurbanización se ejecute en los próximos tres años.

Para la otra plaza, la de San Pablo, no hay plazos. De hecho está vinculada la actuación a lo que pueda pasar con el Palacio Real. Saravia dijo que la remodelación «entraría en el plan de obras» del Ayuntamiento, pero admitió que «no será inmediato». La transformación que se pretende en San Pablo copia en gran parte, y así lo reconoció el concejal, el proyecto que en su día presentó el anterior equipo de gobierno del PP en su programa electoral.

También aquí, como en Las Brígidas, la plaza estará a un mismo nivel, para lo que se suprimirá la calzada por la que ahora circulan los vehículos, por delante del Palacio Real, aunque el tráfico se mantendrá. En el centro irá una lámina de agua, rodeada de cuadros verdes para preservar los árboles que hay ahora.

Felipe IIno se moverá de su sitio. Desde su pedestal, frente al Instituto Zorrilla, la estatua del monarca mantendrá el dominio sobre la plaza, con la vista puesta en el palacio que le vio nacer, el de Pimentel, sede de la Diputación. Con el proyecto del PP habría perdido esta privilegiada posición para ocupar un lateral de la plaza.