Diario de Valladolid

El Campillo y el té unen a mujeres de otras culturas

Inmigrantes y refugiadas comparten sus inquietudes y experiencias todos los jueves

Un grupo de mujeres de diferentes países comparten sus vivencias en la ciudad.-EUROPA PRESS

Un grupo de mujeres de diferentes países comparten sus vivencias en la ciudad.-EUROPA PRESS

Publicado por
Europa Press

Creado:

Actualizado:

Una veintena de inmigrantes y refugiadas de Siria, Marruecos, Venezuela, Colombia y Ucrania abandera en Valladolid el valor de la interculturalidad en el marco de la iniciativa ‘La Hora del Té’, promovida por Accem Valladolid y con la que se quiere propiciar su conversión en agentes «activos» de la sociedad.

Jueves, 16.30 horas, Centro Cívico El Campillo. Excepto en época estival, ésas son las coordenadas que maneja el grupo de mujeres para reunirse y charlar, compartir experiencias y recibir formación que propicie su «empoderamiento» en la sociedad de la que ahora forman parte, algunas desde hace más de 15 años y otras apenas recién llegadas de países como Siria y Ucrania.

Ni las diferencias culturales (la mayoría se entiende en su lengua madre) ni las de edad (entre los 35 y 55 años) impiden la comunicación entre estas mujeres, que desde octubre del año 2013 y en torno a un té marroquí (a veces acompañado por dulces, en los que las procedentes de este país son expertas) hablan de sus inquietudes y desconectan «durante un ratito» de sus quehaceres diarios.

Porque hablar, según lo recuerda Fátima, una de las «veteranas» del grupo, era su principal deseo cuando llegaron a Accem, razón que les llevó a crear el grupo de mujeres. «Cuando entras allí te olvidas de dónde estás», aseguró antes de añadir que además de compartir experiencias, también reciben formación de mano de otras personas o del cine y otros soportes culturales.

Es por ello que en ‘La Hora del Te’, donde los pañuelos de algunas conviven con las gorras de béisbol de otras, este grupo de mujeres ha conocido sus derechos y deberes, aspectos relacionados con ciudadanía e inclusión social, algunos procedimientos administrativos, cómo afrontar una entrevista de trabajo y también las vivencias de sus compañeras y sus culturas, porque el baile y la comida también tienen su espacio en estas reuniones.

Algunas más silenciosas (lo más probable es que aún no se defiendan con el español) y otras a las que les encanta hablar -generalmente las que más tiempo llevan en la ciudad-, el taller de ‘henna’ celebrado este verano en el parque Ribera de Castilla sirvió para incorporar a nuevas participantes, llegadas desde Ucrania, y para reunir a madres e hijas en torno a una merienda en la que no faltaron dulces marroquíes y dolmas sirias (mezcla de arroz y carne enrollada en hoja de parra).

La risa acompaña el intercambio cultural: mientras Khadija explica que en la zona de Marruecos de la que procede, cercana a Casablanca, los tatuajes de henna se hacen con motivo de grandes celebraciones, Fátima precisa que en su pueblo se unta a los niños con este producto para que absorba el calor y estén «fresquitos» cuando se les lava para retirarlo, informa Europa Press.

En Siria se emplea únicamente para cambiar el tono del pelo y, exclusivos de las mujeres, en otros lugares los hombres también se tatúan «un poco» el día de su boda o se les hace a los niños con motivo de su circuncisión. «No es religión, son costumbres, es cultura», puntualizó Fátima.

«Se aprende mucho sobre las diferentes culturas», aseguró entusiasmada, Hajar, una de las hijas de Fátima, quien mientras rememora su llegada a España, donde no pensaban encontrar el «machismo» que luego percibió, se congratula por las nuevas incorporaciones al grupo: antes eran solo marroquíes y la llegada de amigas latinoamericanas les permite abrir el horizonte del conocimiento.

Dado que muchas de ellas acudían con sus hijos, de manera paralela a sus «tes» se organizan talleres infantiles y actividades de refuerzo escolar, según lo precisa Fouzia, llegada también desde Marruecos.

tracking