Puente define como "maniqueísmo" la actitud del PP y recalca que su puerta "está abierta" para el diálogo
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha definido como "maniqueísmo" la actitud del Grupo Municipal Popular al haber criticado su presidente, José Antonio Martínez Bermejo, que "cuesta hablar" con el primer edil, algo que no sucedería con el resto de miembros del equipo de Gobierno.
En declaraciones recogidas por Europa Press, Óscar Puente ha respondido a las afirmaciones de Martínez Bermejo, quien ha acusado al alcalde de tener "poca empatía con quienes no piensan como él".
El primer edil ha calificado esta actitud de "maniqueísmo, jugar a los buenos y a los malos", por que buscan dar la idea de que el malo es él mientras que el equipo de Gobierno "es bueno". "Les interesa esa campaña de desgaste, el que les molesta soy yo, porque no estoy haciendo mal las cosas y la ciudad está contenta", ha considerado.
El regidor ha recalcado que no cree que "nadie puede decir" que sea difícil hablar con él y ha subrayado que "las puertas al diálogo están abiertas", tanto las de su despacho como su teléfono, pero ha advertido de que si no le llaman "sí que es difícil hablar".
En este sentido, ha explicado que cuando le ha llamado el presidente del Grupo Municipal Popular le ha atendido, "otra cosa es que se llegue a un acuerdo".
Para justificar la actitud dialogante con la oposición, Puente ha recordado que durante 20 años de gobierno del 'popular' Francisco Javier León de la Riva no se reunión la Comisión de Seguimiento del proyecto ferroviario "porque no existía", mientras que no se dio información a los grupos de oposición sobre el soterramiento, "salvo al Grupo de Izquierda Unida sobre la tasación de los suelos, y fue después de amenazar con ir al juzgado".
Sin embargo, ha ironizado, "ahora resulta que hay que reunirse todas las semanas y a todas horas porque todo les parece poco, tienen toda la información del mundo". Así, ha asegurado que recientemente el Grupo Popular ha tenido a su disposición "toda la documentación, todo el tiempo que han querido".
Pero ha lamentado que "no es suficiente", ya que "lo que les importa no es el diálogo, las reuniones, sino la estrategia de desgaste pura y dura", cuyo resultado es que "los que se desgastan son ellos".