Diario de Valladolid

ELECCIONES GENERALES 20-D

Rivera avisa a Herrera de que Ciudadanos apoya proyectos y no ideologías

El presidente de C’s avala la «oposición responsable» de su grupo en las Cortes e insiste en su discurso anticorrupción: «Hay que hacer limpieza»

Rivera, ‘acorralado’ por simpatizantes de Ciudadanos, ‘a la caza’ de un ‘selfie’, ayer, en un hotel de Valladolid.-J.M. Lostau

Rivera, ‘acorralado’ por simpatizantes de Ciudadanos, ‘a la caza’ de un ‘selfie’, ayer, en un hotel de Valladolid.-J.M. Lostau

Publicado por
Raquel Sastre

Creado:

Actualizado:

Durante la campaña de las autonómicas y municipales, le llovían las críticas de los adversarios políticos. Y ahora, a las puertas del 20-D, y a medida que crece en intención de voto en las encuestas, le jarrean.

A Ciudadanos le embisten indistintamente desde PP y PSOE, en función de a quién haya investido presidente o alcalde con sus votos. Pero su líder nacional, Albert Rivera, torea la situación con aplomo, con la diestra y al natural. Incluso, se gusta.

Ayer lo hizo en Valladolid. Llegaba a la ciudad para participar, a primera hora, en un desayuno con un medio de comunicación; a media mañana, en una reunión con su grupo parlamentario; y, por la tarde, en un encuentro con simpatizantes.

La visita se producía veinticuatro horas después de que los cinco procuradores de Ciudadanos facilitaran con su abstención en las Cortes el rechazo a tres enmiendas de devolución de los presupuestos del PP.

«Ha venido a rubricar la rendición al PP [...] y el pacto de gobierno encubierto», denunció el portavoz del PSOE, Luis Tudanca, azote permanente de la bancada dirigida por Luis Fuentes.

Y Rivera empezó a torear. «No tengo nada que decir. Deseo mucha suerte al Partido Socialista. Nos veremos en las urnas [...] No vamos a jugar al y tú más; llevamos 30 años así y nosotros huimos de eso». Así se pronunció cuando los periodistas le pidieron una reacción a las palabras de Tudanca, en la rueda de prensa que ofreció en las Cortes, tras despachar con su grupo parlamentario.

Previamente, haciendo uso de sus habilidades como comunicador, había dejado un recado al PP, partido con el que alcanzó un acuerdo para la investidura de Juan Vicente Herrera como presidente de la Junta.

Rivera apeló a la «libertad» que Ciudadanos se aseguró al quedarse al margen del Gobierno autonómico para erigirse en vigía y garante del cumplimiento de los compromisos adquiridos. El papel del grupo naranja es el de la «oposición responsable», dijo, que «no ha entrado en los Gobiernos ni ocupa ninguna Consejería» porque no se casa con nadie por las siglas o las ideologías, sino por los proyectos concretos.

«Nosotros vamos a debatir proyecto a proyecto; no vamos a caer en apriorismos ni a posicionarnos en bandos ideológicos que tanto daño han hecho a este país», subrayó el candidato a la Presidencia del Gobierno. Así replicó a quienes critican a su partido por estar, a veces de acuerdo, otras enfrente, del Ejecutivo de turno.

La premisa la aplicó a Castilla y León, donde Ciudadanos está «poniendo las condiciones para el cambio», cuyos frutos «se van a ver pronto», afirmó. En ese contexto, se arrogó la rebaja del IRPF o el aumento de la partida para becas universitarias contemplado ya en los presupuestos de la Junta.

Y aventuró próximos logros, que adjudicó a la marca naranja, en forma de 76 enmiendas parciales que «condicionan» el apoyo de Ciudadanos a las cuentas del PP. Citó la rebaja del impuesto de sucesiones para las clases medias; una mayor inversión en I+D+i; y un «plan estratégico» para combatir la despoblación y dinamizar las cuencas mineras: «No basta con recibir subvenciones del Estado a perpetuidad; hay que poner en marcha un plan para atraer empresas, nuevos sectores económicos y apoyar a los emprendedores», aseguró.

Y una de las medidas estrella, extrapolable a otras comunidades: la gratuidad total de los libros de texto. ¿Con independencia de la renta familiar? «La Constitución dice que la Educación es gratuita. No le veo problema. Si hay un problema presupuestario, que lo diga el Gobierno y podemos discutirlo», aseguró.

Rivera matizó que su propuesta no es «comprar los libros a los padres», sino que sean «propiedad» de las escuelas. «Es menos costoso que comprar libros para todos», razonó.

El aspirante a la Moncloa del partido naranja hizo hincapié en la que considera otra huella de identidad de Ciudadanos: su oposición a la corrupción. «Hay que hacer limpieza. Aclarar si ha habido mordidas en la concesión de parques en la trama eólica o sobrecostes en la construcción del hospital de Burgos», aseguró rotundo, como si su grupo en las Cortes de Castilla y León hubiera sido el promotor directo de las dos comisiones de investigación abiertas.

La «oposición responsable» que, en su opinión, ejerce en la Comunidad el partido capitaneado por Luis Fuentes continuará con independencia del resultado que arrojen las urnas el 20 de diciembre. «No va a afectar. No tenemos un acuerdo de Gobierno ni ocupamos una Consejería. Trabajamos libremente para que se cumplan los acuerdos de investidura. Y estaremos vigilantes», agregó.

Albert Rivera se pronunció también, a preguntas de los periodistas, sobre su propuesta de fusionar municipios, controvertida en una Comunidad con 2.248 ayuntamientos y otras tantas entidades locales menores, y la eliminación de instituciones provinciales. Aclaró que la idea es «mancomunar servicios», y «no suprimir» pueblos, a través de «economías de escala», para «garantizar que los municipios sean sostenibles y fuertes».

«Si mancomunamos servicios, las diputaciones no tienen sentido», añadió. El presidente naranja se reafirmó en que las instituciones provinciales son «organismos opacos para colocar gente de confianza» y nicho de «casos de corrupción». Y minimizó las consecuencias de su extinción.«¡Parece que después de los municipios no existiera nada! Está la autonomía. ¡Será por niveles administrativos!», enfatizó.

Rivera aseguró que la reforma de la administración que promueve Ciudadanos haría retornar a las arcas públicas 10.000 millones, de los que 7.000 irían a la «nómina de los ciudadanos» a través de una reforma del IRPF. Así, contrapuso su modelo de «priorizar» a las personas frente a quienes perpetúan las «duplicidades». «Rajoy no ha hecho esta reforma, pese a tener mayoría absoluta, por no enfrentarse a su partido», añadió. Con los mismos argumentos, defendió la supresión del Senado y su sustitución por una Cámara de Gobiernos autonómicos.

tracking