sucesos
La familia incinera a Ana Charle en Nueva York
El regreso con los restos está más cerca aunque el padre aún no ha cerrado la fecha / La colecta por sus hijas ya llega a 18.000 euros
Ana Isabel Charle de Isla-El Mundo
La familia de Ana Isabel Charle, asesinada el pasado 27 de abril en una calle del Bronx, incineró este martes al cuerpo de la psicóloga vallisoletana de 36 años en un acto emotivo en Nueva York al que asistieron algunos de sus familiares directos, desplazados desde España en cuanto conocieron la tragedia.
Si el lunes por la tarde se instaló el velatorio por la directora del refugio de personas sin techo entre las 15 y las 21 horas en el Tanatorio Ortiz Funeral Homes, ubicado en el 4425 de Broadway, este martes fue el día del último adiós a Ana con un funeral y la incineración que tuvo lugar a las 10 de la mañana, hora local (16 horas en España).
Entre los presentes, el padre de Ana, el anestesista jubilado Carlos Charle, y su hermano Álvaro, quienes llevan ya una semana atendiendo los complejos trámites de repatriación y de personación en el caso judicial contra el presunto asesino, West Spruill, de 39 años. ex residente en el refugio que dirigía la vallisoletana desde hacía un año y medio. Un «criminal de carrera», según la prensa norteamericana, que se obsesionó con Ana, hasta que el 27 le esperó ante su coche y, tras intentar abusar de ella, la asesinó de tres disparos.
Regreso no cerrado
Fuentes familiares de Ana Isabel indicaron ayer que el padre, el hermano y demás desplazados en Nueva York aún no saben cuando podrán regresar a Valladolid con las cenizas, aunque desde el funeral el retorno a España está un poco más cerca.
Entre tanto, los gestos de solidaridad en Nueva York con la recordada gerente del albergue no cesan. La campaña de donativos en favor de las dos hijas de Ana, de 9 y 10 años, y que residen en Whitestone, en el norte de Queens, sigue recabando fondos.
A media tarde de ayer un total de 200 aportaciones, la mayoría anónimas y con una cantidad media cercana a cien dólares, elevaban la recaudación a 20.213 dólares, es decir, 18.053 euros.
La huella de la valiente vallisoletana ha dejado más secuelas en la Gran Manzana, ya que su trágico asesinato ha servido para replantear de forma drástica la seguridad en torno a los albergues que alojan a personas sin techo y a excluidos sociales, caso del centro de Project Renewal. La propia Ana había pedido a las autoridades mayor vigilancia policial tras haber sufrido varios incidentes en el albergue con residentes conflictivos. Y su progenitor afirmó hace días que Ana Isabel «quizá» hoy viviría si se le hubiesen hecho caso en sus súplicas.