Cómo recuperar y hacer más productiva el sector industrial

Desde el inicio de la crisis económica, allá por el año 2008, España ha perdido una cantidad cercana a 800.000 trabajadores en el sector industrial , concretamente 787.000. El sector industrial representa únicamente el 12,5% del PIB, frente al 18% de principios de siglo.

Con la llegada de la gran recesión, en los años 2009 y 2009, el peso de la industria en el PIB se redujo hasta el 11,5% en un solo ejercicio . Posteriormente inició un repunte, primero más pujante y luego más moderado, pero sin nunca recuperar su peso relevante en el conjunto de la economía.

En los últimos 10 años, 787.000 trabajadores han perdido su empleo “industrial”. De esta importante cifra, 765.000 corresponden a la industria manufacturera. En el año 2019, y según los datos de la Encuesta de Población Activa del INE y el Banco de España, el índice de Producción Industrial (IPI) cayó un 2% en el mes de abril , con respecto al mismo periodo del año anterior. En el mes de marzo, bajó un 0,2%. En los cuatro primeros meses del año, la producción industrial se ha estancado en España.

Desde al año 2005, incluso antes de la crisis, hasta el año 2014, la industria destruyó empleo de manera consecutiva , con el dato tráfico de 2009, cuando se perdieron 444.000 puestos de trabajo. A partir de 2015, el sector tomó resuello, aumentó la producción y el empleo, pero no al ritmo suficiente para compensar las caídas precedentes.

Declive industrial en toda Europa

La reducción del peso del sector industrial en la economía no es un caso aislado en España. A excepción de Alemania, la importancia del sector en el resto de países europeos pierde fuelle en sus respectivas economías.

En España, la relevancia de la industria en la economía nacional es inferior al del promedio de la eurozona y de los principales países , lo que explica en gran medida las dificultades españolas para cerrar la brecha de paro y empleo con respecto a los países del entorno. Es parte de lo que se considera desempleo estructural.

Los datos del INE, del Banco de España y de otras instituciones indican un claro estancamiento en la productividad que, si no se corrige, podría iniciar otro periodo de reducción de empleo industrial. Durante la historia reciente las ganancias de competitividad, imprescindibles para la supervivencia de las empresas, han ido vinculadas a ajustes laborales.

Reconvertir la industria, clave para asegurar su viabilidad

El proceso de desindustrialización que ha vivido España desde la llegada de la democracia y la entrada en la Comunidad Económica Europea, posteriormente Unión Europea, es evidente. Años más tarde, con la llegada de la crisis económica, la industria siguió destruyendo empleo, como se puede comprobar a través de datos oficiales del INE y la EPA.

Ante esta situación, la supervivencia del sector industrial depende en gran medida de su capacidad de transformación y modernización. Así lo entienden en la Universidad de Alcalá, que ofrece el master industria 4.0 , un máster en transformación digital que aborda todos los aspectos tecnológicos y de negocio relativos a la revolución que el sector de la producción está experimentando mediante el empleo de la fabricación aditiva, el aprendizaje automático, el diseño ágil de productos y otros avances en la organización productiva. Mediante este máster en industria 4.0 en Madrid se pretenden incorporar estas nuevas tecnologías al proceso industrial, pues es imprescindible adaptar los sectores tradicionales a estas nuevas formas de empleo.

El máster en industria 4.0 de la Universidad de Alcalá responde a esa idea de adentrarse de lleno en la cuarta revolución industrial , que trae consigo una cantidad impresionante de beneficios al alcance de cada empresa, pero sin estar dirigida a un tipo concreto de organizaciones.

La industria 4.0 opera con complementos como el Big Data, la impresión 3D y la programación en la nube que ayudan a ganar productividad en el sector.

El futuro a medio plazo, pero también el presente del sector industrial, dependen en gran medida de su recuperación y la incorporación a esta revolución . Incorporarse a esta nueva revolución industrial pasa a ser algo ya obligatorio para muchas organizaciones y muchos profesionales, de modo que no supone un avance competitivo, sino que es imprescindible para seguir sobreviviendo en el sector.