Diario de Valladolid

Editorial

Castilla y León, en el buen camino en los tiempos de espera quirúrgica

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Los cirujanos comienzan a preparar al paciente en un quirófano.

Los cirujanos comienzan a preparar al paciente en un quirófano.ICAL

Parece ser que otro semestre más el apocalipsis no llega a la Sanidad de Castilla y León, una de las más complejas y difíciles de gestionar por el envejecimiento poblacional, la dispersión y el tamaño de la mayor región de Europa. Es un alivio para todos, menos para los que rezan a diario para que todo vaya mal en Castilla y León sin que nadie escuche sus plegarias.

Reducir los tiempos de espera, ahora situado en 116 días de media en el conjunto de la comunidad, sigue siendo un reto obligado para los rectores. Y con ahínco hay que dedicarse a esos territorios que ven cómo los ciudadanos tienen que esperar el doble en función de donde vivan y el hospital al que pertenezcan. Es decir, los desajustes y desequilibrios en los servicios que poco ayudan a cohesionar Castilla y León, más allá de absurdas batallas identitarias que en nada contribuyen al progreso.

Pero las políticas se ven y analizan mejor desde un panorama global. Castilla y León, igual que el resto de comunidades autónomas, es Castilla y León y sus circunstancias. Pero también es lo que es en comparación con el conjunto del país. Y el tiempo de espera medio está notablemente por debajo de la media que arroja el panorama nacional. En concreto 12 días menos en Castilla y León. En cabeza en la merma de los tiempos de espera quirúrgicos están comunidades como Madrid, Galicia y País Vasco. Castilla y León está en mitad de la tabla, infinitamente mejor, por ejemplo, que Cataluña, donde los efectos de las preocupaciones del independentismo se ven a leguas en servicios esenciales como la sanidad o la educación. Han dilapidado el dinero en estupideces. Ese dinero que ahora se les va a condonar con la solidaridad de todos los españoles, especialmente de aquellos territorios como Castilla y León, emplea los impuestos para el Estado de Bienestar, y no en malversarlos en mamarrachadas. Ahí están los tiempos de espera para operarse de todas las comunidades ofrecidos por el Ministerio de Sanidad. Ahí están para analizarlos en su conjunto. Y son los que son dentro de un conjunto de 17 modelos sanitarios que conforman el país. Mal que le pesen a los agoreros del apocalipsis sanitario Castilla y León está mejor que la media. Y ese es el camino. Hacer. Actuar. Antes hubo, por poco tiempo afortunadamente, al frente de la Sanidad unos cantamañanas que se dedicaron a sermonear, pregonar y darse autocomplacencia al ego. Pero hacer hacían poco. Más bien intentaron destrozarlo todo, empezando por la admirable sanidad rural. Eso sí consiguieron sembrar en la Atención Primaria el vicio por la teleasistencia. Un vicio que hay que sacar de cuajo ya de nuestros centros de salud.

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