Cascajares, el ave Fénix de nuestra identidad
Cascajares no sólo es una empresa emblema del sector agroalimentario de Castilla y León, que también. Cascajares es uno de esos iconos que simbolizan como desde el esfuerzo, la tenacidad, la ambición, el sacrificio, la innovación, pero también la más escrupulosa humildad en Castilla y León laten cientos de iniciativas, proyectos e ideas empresariales apegadas al territorio que son el motor inquebrantable de nuestro futuro. Ese que ni se deslocaliza ni renuncia a sus raíces.
Por eso ayer, cuando nos despertábamos, con su factoría en llamas por unos segundos se nos detuvo el corazón y se nos agrietó el alma. Sólo por unos segundos. Cascajares es el símbolo del optimismo y la bondad que emite su presidente, el siempre sonriente y afable Alfonso Jiménez. No habían pasado unas horas, con los bomberos todavía afanándose en acorralar a las destructoras llamas y Cascajares, entre muestras de apoyo, solidaridad y congoja por lo sucedido, fue el primero en apresurarse a gritar: «Vamos a volver». No puede ser de otra forma, porque el universo agroalimentario, empresarial y laboral de Castilla y León no se puede entender sin Cascajares, la firma que puso capón en la boda de los hoy Reyes de España o reinventó el pavo americano para los americanos en el Día de Acción de Gracias.
La avalancha de muestras de solidaridad y el apoyo de personalidades de toda índole anegaron las redes y dejaron a las claras la admiración, el respeto y el prestigio del que goza Cascajares en todos los rincones de España. En cualquier caso, no era necesario que Cascajares lo expresara. Era previsible, conociendo la voluntad, vocación, tesón y positivismo que irradia Alfonso Jiménez que la única alternativa será ver remontar el vuelo a Cascajares, con más fuerza si cabe.
Cascajares es el ave Fénix de nuestra identidad. Cascajares condensa el sabor de las mejores virtudes de Castilla y León. Y no es más que el espejo de tantos, tantos y tantos emprendedores que ponen vigor a una tierra que tiene su principal fortaleza en sus gentes y sus ideas.
Por eso esperamos a Cascajares pronto levantarse de las cenizas de una desgracia terrible. Por eso tanta gente ayer se sintió identificado con Alfonso Jiménez y la familia empresarial y laboral que lidera. La pena y la tristeza no es una opción. Pronto volverá el capón de Cascajares como su pavo asado al estilo americano por Navidad.Incluso en la desgracia sólo podemos sentir orgullo por tener a Cascajares y a Alfonso Jiménez entre los nuestros.