Ese afán de las delegadas de ir en sandalias al incendio
Las sandalias, ese atuendo tan fresco, veraniego, a la par que mono y confortable es ideal para el verano. Es un invento de los romanos, que lo inventaron casi todo, aunque luego vino Apple y lo perfeccionó. Las sandalias, como decía la novela de las bicicletas, son para el verano. A lo sumo entretiempo en zonas de clima agradable. Pero lo que no son las sandalias es para los incendios, ¡cáspitas! Viene a cuento de que no somos capaces de descifrar la afición de algunas delegadas de la Junta de Castilla y León en Zamora y León, por no señalar a nadie, de ir a los fuegos en sandalias de esas con pedrería. A los incendios no, mujeres, no. El fuego quema, chicas. Es un riesgo innecesario a la vista de que el fuego lo purifica todo, menos la calamidad, incluído el cargo. No estaría de más que alguien les mandara un par de Chirucas a las susodichas delegadas territoriales de la Junta en Zamora y León para futuras hogueras. Porque hasta tienen el cuajo de lucirlo en las cuentas de Twitter sin pudor veraniego. No viste mucho ver a la autoridad en sandalias, apropiadas para Puerto Banús, rodeadas de aguerridos soldados, brigadistas y voluntarios enfundados hasta las pestañas para no arder por fuera. O no viste mucho, o queda claro que estamos más a la foto que a la gente Habrá que hablar del nuevo arte político de hacerse fotos. Ya hemos hablado largo y tendido de los ministros que se pasean. Habrá que hacer los titulares así: «Menganito se hace una foto». «Zutanita se fotografía». No hay más. Y de ahí la inauguración de la tapa del retrete estamos a un verano ardiente. Por cierto, ¡que es de los siete procuradores, suculentamente remunerados por no marcarla, de Zamora que no han asomado el hocico por la desolación de Tábara!. Andarán ocupados contando los billetes que les caen este mes y el próximo por arrascarse lo que se arrasquen.