El sinsentido de la devolución de lo recibido para ayudas
AYUDAS QUE NO llegan y que, finalmente, tienen que devolverse. Eso es lo que tendrá que hacer ahora Castilla y León, devolver gran parte del dinero que recibía para repartir entre los autónomos, sin duda alguna uno de los sectores de la economía de la Comunidad que más han sufrido y aún siguen sufriendo los efectos de la pandemia.
A eso se le une el hecho de que una parte importante de las solicitudes de ayuda para combatir las consecuencias de la pandemia se quedaron en el tintero, es decir no llegaron a sus destinatarios, a aquellos autónomos que las necesitaban, pero que veían cómo se quedaban sin ellas.
Las mayores quejas de los autónomos de Castilla y León apuntan a la falta de flexibilidad del Gobierno central ya que las exigencias de Hacienda han sido, en su opinión, obstáculos a la hora de recibir el dinero. Desde las asociaciones de autónomos recuerdan que estas ayudas corresponden al dinero enviado por el Gobierno a las comunidades autónomas, con el fin de que los autónomos pudieran aliviar en cierta medida las abundantes pérdidas económicas debido a la pandemia. Es decir, no se trata subvenciones, son ayudas para que los trabajadores puedan cobrar el dinero de los gastos ocasionados para realizar su labor.
Los autónomos se quejan de forma unánime al considerar que los requisitos para solicitar estas ayudas eran exigentes. De ahí, que desde la Junta se solicitara al Gobierno central que flexibilizara esos requisitos. Pero llegado a este punto poco o nada importa quién es la administración responsable, la realidad es que miles de autónomos de Castilla y León ven cómo se quedan sin un sólo euro en esas ayudas tan absolutamente necesarias para paliar, en gran medida, los graves efectos de la crisis del Covid.
Esto es lo que tiene que resolverse. Lo que no puede ser es que, una vez más, la burocracia impida el cobro de esas ayudas y que gran parte del dinero destinado para ello tenga que ser devuelto, al no poder haber sido entregado a los que eran sus destinatarios, los autónomos.
Algunos sectores de estos autónomos, sobre todo la hostelería, confiaban en volver a tener los ingresos de años anteriores a la pandemia durante las navidades, pero el elevado número de contagios de la ómicron les devolvía a las navidades pasadas, con cancelaciones. De ahí que ahora vuelvan a reclamar, y con todo el derecho, una nueva partida de ayudas que vengan a hacer frente a lo que todavía sigue dejando tras de sí la pandemia. Pero ayudas reales, claras y fáciles de percibir. Lo que es un sinsentido es que las ayudas deban devolverse y los autónomos se quedan sin ellas por las exigencias burocráticas.