Cuando un gachó habla de Amancio Ortega
PERO QUIÉN SE CREERÁ EL Juanma del Olmo este de Podemos para poner a parir a Amancio Ortega, un paisano que ha hecho una fortuna a costa de trabajar como una mula de sol a sol. Visto así, es normal, el fracasado diputado Del Olmo seguramente tiene dificultades a la hora de discernir sobre lo que es trabajar, asunto que no está nada bien visto en la política profesional de nueva hornada. Ortega, leonés de raíces y de enraizada niñez vallisoletana, es un modelo de emprendedor de éxito que se hizo de la nada y la humildad. Y de la nada se hizo trabajando, con ingenio, con esfuerzo, con tesón. Un tipo admirable. Un español al frente de la moda mundial. De la moda que llega a todos. Un democratizador de la moda. Que paga impuestos en su país a miles de millones. Que da trabajo y empleo a miles de miles. Mientras que al secretario de comunicación de Podemos, el Del Olmo este, de Covaleda (Soria), que en 2015 sacó plaza de diputado por Valladolid y hace 23 días se quedó sin ella, no se le conoce oficio ni producción más que vivir del momio de la política. ¿Cuáles son sus hazañas? ¿Ysaben por qué no revalidó la plaza de diputado? Porque en cuatro años no pisó la provincia que lo eligió para el Congreso. Volvió algún día en campaña con la esperanza de que el ciudadano es bobo y le iban a volver a revalidar la poltrona madrileña para que siguiera llevándose otra morterada de pasta al mes. De pasta pública, ¡ojito, con el gachó! Que se la llevará porque lo colocarán en alguna plaza en el Congreso al tratarse de un buen amigo de la pareja residente en Galapagar. Pero, ¡quién se habrá creído el Juanma del Olmo este para hablar mal de Amancio Ortega! Aunque conociendo al esforzado parlamentario, lo preocupante es que Juanma del Olmo hablara bien de Amancio Ortega.