Formación para ajustar la oferta laboral a la demanda
EL MERCADO laboral de Castilla y León presenta algunas singularidades que obligan a un análisis por parte de los poderes públicos, empresarios y sindicatos para ajustar en algunas profesiones la oferta de trabajo a la demanda existente. A pesar de que la Comunidad autónoma cuenta todavía con 141.643 desempleados, el 10% de las ofertas se queda sin cubrir y un 20% de ellas debe redefinirse para encontrar al aspirante propicio, según el informe realizado por la compañía de recursos humanos Adecco.
La escasez de mano de obra afecta sobre todo al sector industrial –en particular a la automoción y el metal–, la hostelería y la alimentación, aunque también se buscan empleados en la industria farmacéutica y el telemárketing. En la industria, oficios como los de mecatrónicos, carretilleros, operadores de puente grúa, electromecánicos y, especialmente, soldadores y técnicos de mantenimiento, son los que más dificultades ofrecen para las empresas a la hora de encontrar personal cualificado. Son oficios con una media de edad alta, que no han encontrado suficiente relevo entre la población joven, bien por falta de interés, de formación, o de ambas. Y, cuando la formación existe, algunos empresarios estiman que los jóvenes no están lo suficientemente preparados para un trabajo que conlleva un importante riesgo para el propio trabajador si no se ejecuta bien. Otro tanto puede decirse de otras ramas como las de torneros, plegadores o caldereros. Incluso en el campo de la automoción, tan relevante en la Comunidad, resulta complicado para las empresas disponer de fresadores, carroceros, mecánicos, o técnicos robotistas.
Otro sector que acusa un déficit de profesionales es el de la hostelería, particularmente en verano y otras fechas señaladas, según reconoce la secretaria general de laAsociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid, María José de laCalle, quien echa en falta cursos de reciclaje ante las nuevas exigencias en la profesión.
La falta de especialistas en oficios se entiende aún menos si se tiene en cuenta que las salidas profesional de titulados universitarios de algunas áreas cada vez son más difíciles, mientras que la Formación Profesional ofrece un campo todavía poco explotado.
Lo importante, entonces, será acomodar la oferta laboral y la demanda, e incentivar a los jóvenes hacia profesiones que pueden tener mayor salida. Para ello, es necesario reajustar el mercado de trabajo y, sobre todo, ofrecer una formación adecuada y acorde con las necesidades que se detectan en la economía regional, teniendo también en cuenta que, para ello, los salarios tienen que ser competitivos.