Cs se opone en el Congreso a la autovía del Duero
LA AUTOVÍA DEL Duero, la A-11, es el principal eje vertebrador de la Comunidad. Por el que sigue esperando Castilla y León y que un Gobierno sí y otro también, del Partido Popular y del PSOE, han ido retrasando, pese a que siempre la prometían e, incluso, llegaban a incluir partidas en los presupuestos del Estado.
Pues bien, a esa infraestructura vertebradora y absolutamente fundamental para Castilla y León le acaba de salir un nuevo contrario en la figura de Ciudadanos y su diputado Francisco Igea, quienes se oponen ahora en el Congreso al desarrollo de la autovía del Duero.
La formación naranja, a través de los parlamentarios Igea y Fernando Navarro, presenta en el Parlamento una pregunta al Gobierno, para que aclare el porqué del trazado elegido para el tramo entre Tudela de Duero y Castrillo de la Vega. Y hablan de rentabilidad socio-económica, «incremento de costes, daño ecológico e impacto visual». Incluso llegan a señalar si se ha valorado si el trazado por el que se ha decidido «puede incrementar la siniestradlidad con respecto a los valorados inicialmente».
Argumentaciones todas ellas que no son más que un ‘totum revolutum’, al que le añaden el desnivel del 5% que alcanzarán algunos partes del trayecto por el que discurrirá la autovía.
Lo único que le faltaba a la A-11, que acumula retraso tras retraso, es que llegara ahora Francisco Igea y, en un ejercicio de absoluto desconocimiento, venga a poner nuevas trabas a su desarrollo. El trazado es el que es y no puede ser otro, salvo que se quiera hacer volar la autovía.
Un trazado que nace después del estudio de numerosas alternativas y de años de controversia, que concluyeron en la actual como la mejor y prácticamente única opción. Cuestión distinta es que se protejan bienes como el Monasterio de Valbuena, tal y como pide su Ayuntamiento y las Edades del Hombre.
Parece mentira, siendo un diputado ‘cunero’ de Valladolid, que Francisco Igea desconozca lo que esta autovía significa para laComunidad como eje vertebrador que cruza España por el centro y el noroeste como salida hacia Portugal.
Lo que demuestra, lo que denota Igea es la política del desconocimiento para con una infraestructura cuyo desarrollo futuro ya no puede esperar más años. Y, desde luego, no puede acumular más retrasos.
Podrán hacerse pequeñas acotaciones al trazado, pero lo que se puede pretender ahora es querer tumbarlo. Eso es no conocer lo pasado y olvidar, por ejemplo, que en ese trayecto se encuentran algunos de los principales viñedos de esta tierra, que es obligado proteger, y que la actual opción libra. Eso es lo que Cs echa en el olvido con su oposición en el Congreso a la autovía.