Urge corregir las carencias y desequilibrios universitarios
UN ESTUDIO elaborado por las universidades públicas deCastilla y León y financiado por el Instituto para la Competitividad Empresarial (la antigua ADE) revela una sobrecualificación de los titulados universitarios que acceden al mercado laboral y una lamentable descoordinación entre institutos y facultades para asesorar al alumno en los últimos años de la enseñanza secundaria.
Algo está fallando en la necesaria interlocución entre el mundo universitario, el empresarial y el político cuando la amplia mayoría de los titulados en carreras de Humanidades, Arte y Ciencias Sociales desempeñan ocupaciones que nada tienen que ver con lo que han estudiado. Si cursar estudios superiores garantiza teóricamente una mayor empleabilidad, de esta fortaleza no debería salir el hecho de que la ocupación más frecuente de filólogos, historiadores, sociólogos o pedagogos sean camareros, vendedores o monitores de actividades recreativas.
Son las propias universidades que han elaborado el estudio las que deben convertir su diagnóstico en una base imprescindible para corregir este evidente desequilibrio. Lógicamente se trata de la necesaria actuación coordinada de los centros, la Consejería y las organizaciones empresariales. Resulta necesario reforzar el espíritu de cooperación, colaboración e implantación de medidas consensuadas que eviten esta notable distorsión.
El estudio de las cuatro universidades públicas revela una fortaleza de los estudiantes de Humanidades, Arte yCiencias Sociales. Estos alumnos están capacitados, según una encuesta a gerentes, emprendedores y directivos de recursos humanos, para desempeñar tareas de mayor nivel, lo que implica que su nivel formativo puede y debe aprovecharse para adecuarlo a ocupaciones con mayor cualificación.
La otra gran conclusión del estudio confirma una carencia sobresaliente en la falta de asesoramiento de los alumnos sobre los estudios universitarios. A la universidad le falta un largo camino que recorrer para mejorar los procesos de orientación a estudiantes preuniversitarios.El propio informe apunta a una obligada coordinación entre los institutos y las universidades y entre estas y el mundo laboral y empresarial. La estrecha información y vinculación sobre las salidas profesionales en la orientación del alumno que está a las puertas de entrar en la universidad y las correspondientes facultades es un factor clave para mejorar la situación actual y corregir los desequilibrios.
Los grandes y rápidos cambios de una economía tan globalizada obligan a actuar con rapidez y rigor. Corregir estas debilidades de forma urgente es un reto que no solo vincula a las instituciones universitarias, sino a todos los organismos implicados en la economía regional y a las familias de la Comunidad directamente afectadas.