El Seat 600 de Felipe VI en el museo de Salamanca
EL REY Felipe VI recibió, cuando tenía nueve años un ‘Seat 600’ como regalo, un coche que, si bien pasó por no pocas familias españolas, en su caso era distinto. No era el utilitario que estaba presente en la calle, sino un bólido de carreras.
Su vehículo, biplaza de 767 centímetros cúbicos, fue transformado en 1977 por la Unidad Regional del Automóvil y entregado al actual Rey cuando era un niño. Le llegó una joya de 800 kilogramos, que alcanzaba los 110 kilómetros por hora y con un consumo de seis litros cada 100 kilómetros.
Es una pieza única, distinta a todos los ‘SEAT 600’, y que custodia la Guardia Real de la Casa Real, como el resto de vehículos que conforman la flota utilizada por los Reyes de España, ha apuntado el Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS).
Y es en este museo donde actualmente descansa. Eso sí, de forma temporal. Pues forma parte de la exposición ‘60 años de Seat 600’, que se puede ver hasta este mes en sus salas. Después, este vehículo volverá a Madrid.
Según el Ayuntamiento de Salamanca, responsable del museo, es la primera vez que este coche abandona el fondo y museo de vehículos de la Casa Real para ser expuesto en otra institución.
De ahí la oportunidad que brinda Salamanca para disfrutar de la belleza de esta exposición, que a más de uno le traerá recuerdos de su infancia, pues son 14 los ‘Seat 600’, de distinos tipos y capacterísticas, donde está casi siempre innacesible el coche de Felipe VI, ya que no se suele prestar a exposiciones.