Cerrar

EDITORIAL

Los opositores reclaman respuestas

Creado:

Actualizado:

ESTABA PREVISTO Y era esperado, pero no por eso deja de ser igual de preocupante. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León acaba de anular definitivamente la oposición de Enfermería, con el perjuicio que eso supone para todos aquellos que se matricularon en su día.

Y el hecho de que ya estuviera paralizada cautelarmente por el mismo tribunal, precisamente, para evitar males mayores que son los que se habrían motivado si se hubiera llevado a cabo el exame que ahora se anuala, no le resta un ápice de importancia a la sentencia del TSJ.

Un hecho lo suficientemente grave como para que la Consejería de Sanidad reaccione y actúe. Es cierto que todo viene por la reclamación del Gobierno y Castilla y León tiene la posibilidad de recurrir en Casación ante Tribunal Supremo, pero no lo es menos que el perjuicio a los miles de opositores que tenían la intención de presentarse ya está hecho.

Ahora llega el momento de tomar cartas en el asunto y, además, de volver a sacar la convocatoria de las oposiciones adelante con los criterios de legalidad exigidos para impedir reclamaciones futuras. Se debe trabajar con la parte social, con los sindicatos y representantes de enfermería para ofrecer a los opositores frustados una solución razonada y razonable.

Pese a no ser la responsable última de la anulación de los exámenes opositores, por el impedimento que expresamente hacía la Ley de Presupuestos Generales del Estado para la convocatoria de nuevas plazas de empleo público, la Consejería de Sanidad de Castilla y León sí tiene que articular todas aquellas medidas que permitan solventar en cierta manera el agravio ahora creado.

La oferta de nuevas plazas para este mismo año tiene que ser valorada en su justa medida, pero parece claro que resulta a todas luces insuficiente atendiendo a las previsiones de la propia Administración autonómica en la convocatoria anulada.

Además, la petición de devolución de las tasas pagadas por aquellos que tenían ya firmada su comparecencia en el examen ahora cancelado es algo que, cuando menos, exige un estudio razonado y pausado con los propios opositores, que permita alcanzar la solución más acorde para todas las partes, pero principalemente para aquellos que ven cómo sus aspiraciones de optar a una plaza de enfermero o enfermera se ha visto truncada, al menos de momento.

Ellos, los opositores y la enfermería lo que reclaman son respuestas, que tienen que llegar obligatoriamente de la Administración.

Cargando contenidos...