Diario de Valladolid

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CON el mayor descaro, el difunto Soria despachó su semana horripilante con la chulería de los botarates, predicando en taquillas alquiladas. Desde la tele de los obispos, que ya tiene guasa, desafió a Montoro a que lo investigue, que poco va a encontrar. El viernes de San Telmo, vecino y patrono de Frómista, el difunto Soria se libró por los pelos de hacer un Sánchez Mazas porque la vicetodo Soraya anticipó que el canario se había quedado sin silla en el Consejo de Ministros. Exactamente lo mismo que le pasó al escritor falangista Rafael Sánchez Mazas por reiterar la costumbre de llegar tarde a los consejos.

Harto de la espera, un día Franco mandó quitar la silla «para estar más anchos», y la próxima vez que acudió, tuvo que pasar la sesión en pie. Hacía 76 años de aquel desaire al inventor de la consigna ¡Arriba España! y de varios versos del Cara al sol. El pasado jueves por la noche, la vicetodo y sus huestes anunciaron la incomparecencia del eléctrico. El gesto suponía una enmienda al flanco indolente del Partido Popular, incapaz de poner broche al espectáculo, y el anuncio de que ahí estaba ella para asumir el reparto de funciones. Pero algo salió mal en el cálculo y al final de la gresca la vice se quedó sin el apoyo de Mariano, quien optó por encomendar el enjuague a De Guindos.

Con el despecho todavía fresco, la vice ya no tuvo ganas de informar del relevo por acumulación con Economía y pasó el mamporro a Montoro, que es como un títere de cachiporra, de los que hacen ruido sin mayores daños. Montoro vive unas jornadas ‘en funciones’ salpicadas de conflictos: desde el abrupto Aznar, de quien hizo pública una sanción tributaria con rebaja, a las autonomías, que se rebrincan ante el amago de una poda de recursos. Esta semana de aguas trajo de nuevo el brote de discordancias autonómicas con el bronco Montoro, que si un día amaga con amortizar pedanías y otro con cortar el grifo del gasto social, sin embargo se muestra incapaz de ajustar el margen de endeudamiento al volumen de competencias reales.

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