Diario de Valladolid

Creado:

Actualizado:

EMPEZAMOS el año alegando a los Proyectos de Ley de Patrimonio Natural y del Parque Natural de Babia y Luna. Dos textos técnicos en los que se dice que se pretende conservar la Naturaleza, pero con el inconveniente de que ésta está habitada por el ser humano. Nos enfrentamos con un clásico en la reciente legislación española: ¿priman los intereses de los osos, o los de los vecinos? En las montañas de León afectadas por un nuevo Parque, el tema es peliagudo pues a las reglamentaciones nacional y autonómica, hay que añadir la asturiana que rige «monte abajo».

Hemos llegado a niveles de absurdo. Imagínense que la Junta corta el uso del Puente Mayor de Valladolid, alegando que los coches molestan al desove del atún rojo mediteráneo. Los vecinos se preguntan ¿pero hay atunes en el Pisuerga?

Pues bien, el proyecto de ley de Parque de Babia y Luna, prevé limitaciones debido al hecho de que «en el futuro», «esporádicamente», puede o pudiera haber osos y urogallos, en un área en la que hoy no los hay. Protegemos el silencio de los montes, impidiendo la circulación de vehículos y de paisanos: al otro lado de la cordillera han prohibido el senderismo y la escalada con la queja de los vecinos que alegan que ¡ya está bien!; que el único ruido que molesta a los osos es el de las escopetas con empuñadura de plata.

Olvidamos que el ser humano con sus actividades agroganaderas, ha convivido con especies silvestres desde el Neolítico; que las ordenanzas concejiles han permitido que estas especies hayan llegado hasta hoy, cuando han desaparecido del resto de Europa. Suspendidas para siempre la salvajes batidas incontroladas de caza del siglo XX, la despoblación de la alta montaña ha producido el repunte de la fauna. Pero no nos embalemos, no sea que vayamos a producir la extinción de los montañeses con tanto proteger el monte para disfrute de capitalinos. No entender esto, es proteger los atunes rojos del Pisuerga, y hacer el ridículo también.

tracking