El pedrisco y la sequía acaparan el 90% de los siniestros agrarios
La retirada y destrucción de animales muertos es la solicitud más común de los ganaderos de Castilla y León, con 250.962 casos el año pasado
Ningún siniestro es bien recibido en el campo . Sobre todo aquel capaz de fulminar, en cuestión de horas, cualquier previsión de campaña. Para evitar que las pérdidas económicas que los desastres naturales o climatológicos ocasionan, cada vez más agricultores y ganaderos suscriben pólizas para garantizarse una compensación en caso de catástrofe, ya sea total o parcial. En clave agrícola, Castilla y León sufrió el año pasado los estragos de dos fenómenos adversos siempre temidos por los profesionales: la sequía y el pedrisco. No es para menos, pues ambos factores acapararon en 2019 cerca del 90% de las 36.743 incidencias registradas por las compañías aseguradoras.
La ausencia de agua , hasta el punto de frustrar de pleno la nascencia, provocó la emisión de 24.232 partes el pasado ejercicio. Es decir, el 72,1% del balance contabilizado por la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro). El caso más llamativo, sin lugar a dudas, fue el de Valladolid, que sufrió 5.847 siniestros de este tipo. Dicho impacto no es baladí, pues supera las cifras de siniestralidad global del resto de provincias de la Comunidad salvo Palencia, que culminó 2019 con 6.513 incidencias agrícolas.
Entretanto, el pedrisco estuvo detrás del casi un 25% de los partes emitidos a los seguros. En concreto, se registraron 8.600 siniestros. Sin embargo, la estadística de Agroseguro refleja que los daños por provincia fue bastante más homogéneo. Sobre todo en Burgos, León, Palencia y Valladolid, que superaron con creces el millar de casos mientras Soria cerraba el año con 953. Por contra, Salamanca corrió muchísima más suerte, pues apenas se emitieron 74 casos por este concepto.
Muchísimo mayor fue el impacto de la siniestralidad en clave pecuaria . Según recoge Agroseguro en el informe correspondiente al anterior ejercicio, los ganaderos de Castilla y León sufrieron 250.962 incidentes relacionados con su actividad profesional. Las provincias más afectadas fueron Salamanca y Zamora con 48.576 y 48.637 partes, respectivamente. Por su parte, Soria, Burgos y Palencia culminaron el año con una tasa considerablemente menor. De media, cada territorio de la región sufrió 27.884 siniestros, aunque solo las provincias con mayor índice de siniestralidad, junto a León (35.911) y Segovia (39.662), superaron dichas cifras.
Las intervenciones más comunes a la hora de tramitar siniestros ganaderos guardan relación con la retirada y destrucción de animales muertos . Dentro de este apartado, Castilla y León contabilizó 234.556 partes, lo que supone un 93,4% del total. Por provincias, Salamanca y Zamora lideran el ranking con más de 48.500 casos cada una. En el otro extremo se sitúan Burgos, con 11.509, y Soria, con 10.672.
Tras la retirada de animales , la mayoría de reclamaciones a los seguros tienen que ver con accidentes. Dentro de este concepto, León se lleva la palma -de lejos- con 2.162 casos, seguido de Zamora con 1.386. En total, Castilla y León concluyó 2019 con 8.474 incidentes, por lo que su grado de representatividad ronda el 3,3%.No en vano, la Comunidad ofrece unos datos bastante más favorables que otras regiones con mayores índices de siniestralidad por este motivo.