El repunte de precios no frena la pérdida de ganaderos lácteos

Cada La tendencia se mantiene a pesar del tímido incremento de los precios. Cada mes, el número de ganaderos lácteos que realizan entregas a las industrias del sector se reduce en Castilla y León. Quien lo deja no vuelve, tal y como se desprende de los datos correspondientes al último año. Como siempre, el vacuno se lleva la peor parte por una mera cuestión de volumen. Entre diciembre de 2018 y noviembre del año pasado, 79 productores abandonaron su actividad. Es decir, la Comunidad ha perdido una media de entre seis y siete profesionales al mes.

El descenso progresivo a lo largo del último año no solo afecta a Castilla y León sino al conjunto del país. En el mismo periodo de tiempo, todas las comunidades autónomas han perdido, en mayor o menor medida, ganaderos con entregas a la industria. A nivel nacional, España cerró 2018 con 13.652 productores. A finales del pasado ejercicio, a expensas del dato aún no disponible del mes de diciembre, la cifra se había reducido hasta los 12.873. La caída, por tanto, se aproxima al 6%.

A tenor de los últimos datos facilitados por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), resulta evidente que la sangría de ganaderos que trabajan para la industria ha propiciado un descenso productivo tanto a nivel autonómico como nacional. Pese al pico de 81.531,2 toneladas registrado el pasado mes de mayo, Castilla y León experimentó una caída del 2,4% tras cerrar noviembre con 73.636,3 toneladas. Mientras, el cómputo global, también en negativo, se situó en el 2,6%.

Lo que no ha variado en estos 12 meses es el número de compradores en la región: 43. No en vano, las toneladas de leche adquirida mermaron en 2672,9 toneladas, situando así a Castilla y León como el segundo territorio con mayor volumen de transacciones en clave nacional. Entretanto, España perdió 29 compradores y 15.478 toneladas en el mismo periodo de tiempo.

La única buena noticia, relativamente, eso sí, dada la situación en caída libre que atraviesa el sector desde hace unos cuantos años, es la tímida subida de precios que han ido percibiendo los ganaderos castellanoleoneses conforme avanzaba el año. En cualquier caso, el incremento es prácticamente testimonial: de 0,334 a 0,342 euros por litro en un año. No es de extrañar por tanto que las organizaciones profesionales agrarias (Opas) se nieguen a bajar la guardia. Más bien todo lo contrario, pues continúan denunciando las dificultades que atraviesa la ganadería láctea.

«Contra toda lógica», apunta Asaja, España sigue siendo un «país deficitario» porque los productores cobran el litro de leche «por debajo de la media comunitaria». Sin medias tintas, el sindicato no duda en comparar el modus operandi de la industria con el de un «cártel», tal y como se demostró a raíz de la multa de 80 millones de euros impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por el pacto de precios a la baja entre el 2000 y 2014. Para contrarrestar dichas pérdidas, la organización ha facilitado información para «presentar una posible reclamación judicial de la cantidad que los ganaderos dejaron de percibir por esta causa».

En la misma línea, el secretario general de UPA, Aurelio González, se hacía eco a finales de año de las «ilícitas» maniobras de la industria y la consecuente sanción por parte de la CNMC. Por su parte, la delegación abulense de UCCL se puso manos a la obra hace un par de meses para asesorar a los ganaderos afectados que tengan intención de reclamar lo que a su juicio les corresponde.

ovino y caprino

Tampoco acaban de despegar los otros dos subsectores lácteos aunque en ambos, como en el vacuno, los ganaderos perciban más por cada litro de leche que a finales de 2018. La principal diferencia, no obstante, es que el caprino castellanoleonés contaba en octubre con 280 productores, uno más respecto al año anterior. Sin embargo, España experimentó en la misma franja temporal una caída del 3,4% tras cerrar el último mes de estudio por parte del FEGA con 4.680 explotaciones realizando entregas.

Como era de esperar, visto lo visto en los últimos años, el ovino lácteo continúa disminuyendo su presencia en el campo regional. De acuerdo a los datos más recientes, 46 ganaderos cerraron sus puertas a la industria. En cualquier caso, los 1.197 profesionales que en octubre se mantenían en activo representan el 62% del cómputo nacional. No es de extrañar, por tanto, que Castilla y León lideren las ventas la industria. Entre noviembre de 2018 y octubre del año pasado, la industria adquirió en torno a 17,6 millones de litros, más de la mitad de la cantidad total en el conjunto del país.

La retirada de efectivos ganaderos en el ovino lácteo no ha mermado en absoluto la producción, que el pasado mes de mayo alcanzó un pico de 36,8 millones de litros en clave autonómica y de 60,6 a nivel estatal. Por el contrario, el caprino regional ha perdido algo de fuelle en este apartado, si bien es cierto que, en términos generales, el número de litros en España creció un 5,5% en 12 meses.

Al igual que con el vacuno, los precios también han aumentado aunque mucho menos de lo esperado. En el ovino, los ganaderos de la Comunidad todavía se sitúan por debajo de la media española pese a ganar 0,966 euros en octubre (a finales de 2018, percibían 0,902). No ocurre lo mismo con el caprino lácteo, mejor pagado que en otros territorios. Cabe destacar además que, en este caso, el incremento es bastante más elevado. 0,858 euros por litro frente a los 0,790 del ejercicio anterior.