Diario de Valladolid

«Responsabilidad civil» para evitar incendios forestales en el campo

LLAMAMIENTO UPA-COAG: propone un «plan de vigilancia» en materia de personal y maquinaria en plena campaña de recolección / Castilla y León registra una media de 2.000 siniestros anuales

Actuación de equipos contra incendios en el Valle del Tiétar (Ávila), a finales del mes pasado, poco antes de que se estableciese la época de riesgo.-ICAL

Actuación de equipos contra incendios en el Valle del Tiétar (Ávila), a finales del mes pasado, poco antes de que se estableciese la época de riesgo.-ICAL

Publicado por
Redacción de Valladolid
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El «sentido común» y la «responsabilidad extremando todas las precauciones en el medio» rural deben imponerse en las épocas de alto riesgo de incendios forestales en Castilla y León. De lo contrario, las consecuencias para el sector agrario pueden resultar devastadoras, hasta el punto de echar a perder toda una campaña.

Partiendo de esta premisa, por obvia que parezca, los coordinadores de la Alianza UPA-COAG en Burgos, Gabriel Delgado y Cristian Martínez, hacen un llamamiento a los agricultores de la provincia y de la Comunidad en su conjunto para que «se aseguren de que toda persona que se suba a una cosechadora para empezar a realizar las labores de recolección tenga un seguro de responsabilidad civil». Es lo mínimo, y un requisito indispensable, que cualquier profesional del campo debe tener en cuenta a la hora de encarar la fase más importante de la campaña, máxime en un año que no se antoja demasiado fructífero en lo que a producción se refiere.

Para evitar perjuicios naturales y económicos de tal magnitud, los coordinadores de la Alianza recuerdan -y defienden- las obligaciones impuestas por la Consejería de Medio Ambiente a la hora de establecer un «plan de vigilancia» efectivo. Lo primero que hay que hacer, subrayan, es repartir las labores y encargar a una persona en «alerta». Además, se debe disponer de «medios de extinción suficientes» para aplacar cualquier conato, «estar atento a las pasadas de la cosechadora por si se inicia el fuego» y «mantener la máquina en las condiciones adecuadas de revisión periódica y mantenimiento». Cómo no, los trabajos perimetrales resultan determinantes para prevenir disgustos.

Según los datos que maneja la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (Fafcyle), de los 13.000 incendios que tienen lugar de media en España cada año, aproximadamente el 15% se producen en la Comunidad. Estaríamos hablando por tanto de unos 2.000 siniestros anuales. El 80%, según esta entidad, derivan de «actividades humanas» y la mitad de dicho porcentaje correspondería a «prácticas agropecuarias».

Uno de los casos más recientes, pendiente aún de su correspondiente valoración de daños, tuvo lugar el pasado jueves en la comarca cerealista por excelencia de Castilla y León: La Bureba. Con varias parcelas aún sin cosechar, un incendio de origen desconocido se expandió a gran velocidad en una zona agrícola y de monte bajo situada en el término municipal Los Barrios de Bureba.

Pese a la rápida actuación de los efectivos contra incendios, el viento jugó en contra de los agricultores, que vieron arrasadas más de 40 hectáreas. Por ello, la Alianza recuerda la prohibición de utilizar cosechadoras «cuando la temperatura sea superior a 30 grados» y la velocidad del viento sobrepase los «30 kilómetros por hora». Un consejo básico en este sentido para determinar ambos factores sería «fijarse en la dirección si percibe el viento en la cara o si se agita el cereal sin cesar o a rachas».

tracking