Diario de Valladolid

Cultivo de arándanos al sur de Gredos

Un proyecto sentimental empujó a Natalia Corredor a poner en marcha esta empresa junto a otros tres socios en la localidad de Candeleda

Cultivo de arándano en Candeleda (Ávila).-E.M.

Cultivo de arándano en Candeleda (Ávila).-E.M.

Publicado por
Antonio García

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El cultivo de arándanos comienza a abrirse paso en España, años después de que este fruto sea de consumo habitual en muchos países europeos, debido a sus positivas propiedades para la salud.

Uno de esos lugares en los que ha iniciado su implantación es el municipio de Candeleda, situado en un punto privilegiado de la vertiente sur de la Sierra de Gredos, muy cerca de las provincias de Cáceres y Toledo, aunque dentro de tierras abulenses.

Allí, a unos siete kilómetros del casco urbano de esta localidad, en dirección hacia La Vera cacereña, se encuentra una plantación de arándanos de unas 2,7 hectáreas cultivadas, que este año, en apenas tres semanas, verá los primeros frutos de un trabajo largo, sacrificado y minucioso.

Un trabajo que responde al empeño personal de su principal impulsora, Natalia Corredor, pero también a un proyecto sentimental, ya que el lugar en el que se asienta esta plantación está lleno de recuerdos para esta emprendedora que ve en los arándanos «una alternativa al trabajo y al pimiento», cultivos tradicionales de esta zona de la provincia.

Desde su punto de vista, este fruto pude ser «una nueva vía de desarrollo para los emprendedores» de esta zona que, a su juicio, podría convertirse en «una pequeña suiza» abulense.

El apego a estas 3,5 hectáreas de terreno -2,7 de plantación- va más allá de que hace años su padre, Fernando Corredor, lo heredase de sus padres. Y va más allá porque fue en esa finca familiar donde el 9 de enero de 2005 su padre perdió la vida en un accidente.

Aunque siempre tuvo un cariño especial a esa tierra que había sido alquilada para el cultivo de tabaco rubio, desde entonces ese terreno se convirtió en algo especial para esta técnico agrícola que durante trece años trabajó en el Instituto de FP San Isidro, de Talavera de la Reina (Toledo).

Sin embargo, el hecho de que no tuviera la plaza en propiedad, la llegada de la crisis y los recortes, hicieron que se quedara en el paro y decidiera volver a Candeleda para volcarse en un proyecto que ya tenía en la mente y que comenzó a fraguarse de forma casual, a raíz de un encuentro en 2015 con un compañero de estudios en Talavera de la Reina.

En ese momento, al ponerse al día sobre su situación personal y profesional, Delgado le comentó que un conocido, Iván Frutos, apostaba por el cultivo de arándanos, teniendo en cuenta las características de esta planta arbustiva, así como las propiedades del fruto y del terreno de Candeleda –tierra ácida-, además de la climatología de la zona.

Entre los tres y un cuarto socio, Óscar de Marcos, pusieron en marcha la empresa ‘Frutos del bosque de Tiétar’, con una plantación de 10.000 plantas de seis variedades, aunque 7.500 de ellas corresponden a una de ellas. Su objetivo es probar «el comportamiento de la planta» para decidir por cuál apuestan definitivamente.

En unos veinte días comenzarán a recoger los frutos y tratar de venderlos en Mercamadrid, después de un largo trabajo que, de momento, no es el único en el que pueden centrarse. De hecho, Natalia Corredor cuenta con un trabajo como jardinera.

Su intención en el futuro es poder dedicarse en cuerpo y alma al cultivo del arándano, ampliando las hectáreas actuales, pero todo dependerá de la evolución de esta plantación ecológica y automatizada, que ha sido montada a mano, gracias a la colaboración de una cuadrilla de 15 personas durante toda una semana. En ese tiempo plantaron y trabajaron con las máquinas para hacer el caballón, los alomados, instalando las tuberías de goteo y poniendo la turba traída desde Lituania, para después colocar las plantas traídas del vivero segoviano de ‘Fall Creek’.

Además de la «tremenda ilusión» de este proyecto sentimental, Natalia Corredor, que el pasado 9 de diciembre perdió a su marido y centra sus esfuerzos en esta empresa, espera que el cultivo de arándanos, no sólo le cambie la vida a ella y a sus socios, sino que contribuya a dar vida a esta comarca privilegiada del sur de Gredos, que puede tener en este cultivo una alternativa al tabaco y a los pimientos.

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