CIDONES (SORIA)
Indianos entre playa y montaña
Cidones, Ocenilla, Villaverde y Herreros forman un municipio lleno de atractivos históricos y naturales y servicios turísticos

Las casas de los indianos son una de las imágenes más conocidas de Cidones, un término en el que también hay atractivos como la playa de Peña Gamella.
Lugar de paso para muchos, el municipio de Cidones (Soria) y su término municipal son uno de esos rincones que sorprenden al visitante, pero también al autóctono. Ocenilla, Villaverde del Monte y Herreros se suman dentro de un ayuntamiento de lo más curioso: tienen playa, tienen montaña, tienen arquitectura colonial americana traída por los indianos, tienen casas inequívocamente castellanas... “Cuando se conoce, sorprende”, explica el alcalde Pascual de Miguel. Algo habrá cuando para poco más de 300 habitantes suma más de una docena de casas y hoteles rurales.
De hecho, al propio regidor le cuesta quedarse con un sólo atractivo. “En Ocenilla sales y tienes el Pico Frentes justo aquí con unas vistas preciosas, hay pueblos rodeados de naturaleza espectacular como Villaverde del Monte o Cidones y en Herreros también hay rincones muy bonitos” como Peña Gamella, playa del embalse de Cuerda del Pozo que año tras año atrae a miles de bañistas.
En el plano arquitectónico destaca la influencia colonial americana que llegó de mano de los indianos hace poco más de un siglo. Cidones está ubicado en la N-234 entre Soria y Burgos y la breve vista desde la carretera ya evidencia que hay algo más que ‘casas de pueblo'. Sorprenden algunas de sus grandes viviendas encaladas con las esquinas de piedra y aires señoriales. Son casas de indianos, de aquellos que marcharon a hacer las Américas' para no acabar en las guerras de Cuba y Filipinas y regresaron principios del XX con las arcas llenas.
La Posada del Indiano es uno de estos edificios sensacionales en su entorno que además, ahora es un destino turístico para visitantes de todos los lugares. Vicente Hernández Calonge es custodio de esas “habitaciones que hemos conservado para que se conozca la historia, decoradas con alusiones a Alfonso XIII, el arte de la época, las ansias de volar que calaban en la época...” Una forma de ofrecer “historia y paisajes” desde este pequeño rincón de Soria.
La influencia indiana es tal que periódicamente se celebran fiestas temáticas en las que se rescatan los «trajes del Caribe» entre las palmeras del jardín -exóticas para Soria- y las habaneras de la época para evocar aquellos aires del nuevo mundo que llegaron a la vieja Castilla. «Las fiestas blancas de Ibiza son más típicas de Cidones que de Ibiza», sentencia Vicente.
La privilegiada ubicación de Cidones y sus pueblos permite que las actividades para forasteros y autóctonos sean de lo más variado y atractivo. Hay rutas que quad y buggy por su naturaleza, vuelos en parapente desde el Pico Frentes, paseos en barco por el embalse de la Cuerda del Pozo viendo sus tierras desde el agua o excursiones a la nieve, ahora escasa, de Santa Inés. En pocos lugares de Castilla y León es tan fácil contratar playa y montaña sin moverse apenas.
La combinación de arquitectura típica de la zona con las evocaciones americanas también invita a dejarse caer por sus pueblos si se prefieren actividades más tranquilas. Junto con El Royo o Derroñadas conforman una muy buena opción para comprender este fenómeno a caballo entre la ruralidad de hace un siglo y el 'chic'. Además, la vía verde de la Santander-Mediterráneo permite alcanzar esta puerta a Pinares en bicicleta, pero también usarla de base por ejemplo para subir hacia San Leonardo y descubrir escenarios de Doctor Zhivago, todo ello a pedaladas y disfrutando de la naturaleza. Súmese el potencial trufero de la Sierra de Cabrejas «o las 3.000 hectáreas de monte de boletus que hay desde Cidones» y no habrá excusa para no encontrar algún atractivo al gusto de cada cual.
En cuanto a naturaleza, además de la playa el Pico Frentes y sus faldas brindan numerosos atractivos. Unos es el nacimiento del río Pedrajas, «Aunque no es un manantial como tal», según detalla el alcalde. Varios arroyos confluyen para ir ‘creando’ el río, que incluso deja un pequeño salto de agua cuando las lluvias lo permiten. Pocos lo conocen, pero es un lugar perfecto para parar a almorzar.
Hay más. En Villaverde destaca la casa solariega de los Morales, con una fachada renacentista del siglo XVI, que ahora es un establecimiento hostelero perfectamente integrado entre las sólidas casas de piedra. En Ocenilla, sus coquetas construcciones y las muchas opciones naturales invitan a parar en sentido metafórico y literal. En Herreros, además de su iglesia gótica y sus tres ermitas destacan los caserones de piedra perfectamente conservados y en varios casos dedicados al turismo rural de calidad. En el propio Cidones, la iglesia o la coqueta ermita de Nuestra Señora de la Asunción jalonan los ecos de Machado en su camino a la Laguna Negra. En definitiva, mucho que ver, hacer y sentir.