DE VINOS - Don Juan del Águila
El vino de los Tercios
David Bustos, flanqueado por José María Rodríguez y Julio Pelmo, miembros de la directiva, en la tienda–exposición de la bodega barraqueña.-ARGICOMUNICACIÓN
Atrás quedaron los tiempos en los que un hombre cavaba cien cepas en un solo día; o cuando el vino se medía en cántaras, azumbres y cuartillas; o cuando se podaba a terciado o a casco; o cuando la vendimia llegaba entrado el mes de noviembre. Son historias en blanco y negro que pudieron haber desaparecido de El Barraco y de la memoria del Cerco Viejo y del Cuquillo donde, en el siglo XVIII, se concentraban las garnachas barraqueñas. Pero gracias a Don Juan del Águila, la viña y el vino siguen presentes en el término municipal de este pueblo abulense.
Don Juan del Águila fue un ilustre soldado barraqueño que llegó a maestre de campo con Felipe II. Luchó en los célebres Tercios y, aunque protagonizó episodios de gloria y calamidad, también hizo historia. Por eso está enterrado en la iglesia de su pueblo natal, tiene una calle y un campo de fútbol dedicados, y hasta los viticultores de El Barraco pusieron su nombre a la cooperativa, la única bodega de esta localidad abulense. Curiosamente, con su nombre en la etiqueta, Juan del Águila, los vinos llegan hoy a los mercados europeos, donde antaño librara batalla este valiente caballero español. Y hasta el importador de Irlanda, Mick O’Connell, master of wine, recuerda a los consumidores irlandeses las gestas de la fortaleza de Cork, donde dejó su huella el soldado barraqueño.
La actual bodega camina hacia el futuro con todas las garantías de ganar la última batalla. En primer lugar, porque forma parte del grupo de cabeza de la DOP Cebreros. Por otro lado, porque cuenta con el asesoramiento enológico de Daniel Ramos, todo un aval para diseñar vinos con buena aceptación en los mercados. Pero, ante todo, está la apuesta decidida de un Consejo Rector presidido por Fernando Rodríguez que, seis décadas después, vuelve a apostar por la modernidad buscando la rentabilidad para sus 130 viticultores, que cultivan cien hectáreas de viñedo, con una media de edad de 75 años. Además, el 95% de los 400.000 litros que producen se destina a tintos de uva garnacha. No deja de ser curioso que, todavía hoy, los pagos de Valdelate, La Joya, San Marcos y La Vega, entre otros, sigan suministrando sus uvas a la bodega–cooperativa que, a partir de 1982, se convirtió en Sociedad Agraria de Transformación (SAT).
La bodega conserva la arquitectura exterior del siglo pasado, mientras que en el interior se mantienen los depósitos de cemento, subterráneos y elevados. Atrás quedaron los tiempos del millón de kilos al año, pero lo cierto es que hoy, el 30% de los 400.000 litros que se producen se embotellan bajo las marcas Gaznata y Don Juan del Águila, algo que abre muchas expectativas de futuro, según David Bustos, socio viticultor y uno de los responsables de la comercialización de los vinos.
La bodega Don Juan del Águila afronta un periodo nuevo con viento a favor. El protagonismo alcanzado por la garnacha, como cepaje de gran calidad, y la expectación que despierta Cebreros como zona histórica amparada por la Denominación de Origen Protegida facilitarán mucho las cosas. Pero, ante todo, el verdadero valor de los vinos de esta bodega está en las viejas garnachas, que forman parte de un patrimonio genético que se salvará gracias al embotellado de vinos de calidad.
DIRECCIÓN: C/ Real de Abajo, 100, El Barraco (Ávila). ZONA DE VINOS. DOP Cebreros. TELÉFONO: 920 281 032. WEB: www.donjuandelaguila.es 9