La DO Cigales cumple 25 años con la mirada puesta en la calidad de sus tintos, el incremento productivo y el mercado exterior

La Denominación de Origen (DO) Cigales celebró hoy sus bodas de plata poniendo de manifiesto el deseo de sus integrantes de apostar por seguir mejorando la calidad de sus tintos, sin olvidar los tradicionales claretes que distinguen a la comarca, junto a un progresivo aumento de la producción y las ventas en el mercado exterior. Así lo puso de manifiesto en su intervención el presidente, Pascual Herrera, en el transcurso de una fiesta que el Consejo Regulador celebró en el Museo Patio Herreriano con presencia de instituciones, bodegueros, viticultores y clientes de las provincias de Valladolid y Palencia.

En su discurso recordó que los inicios fueron duros ya que mientras otras DO ya contaban con respaldo a Cigales se le había colgado “inexplicablemente” desde el Ministerio de Agricultura el cartel de denominación específica provisional. “Así se estuvo mucho tiempo hasta que la Orden de marzo de 1991 se nos igualó a todas y entramos en el clan de las cinco más importantes de la Comunidad. Fuimos como una hermana pequeña, que no pobre, y ahora se ha hecho mayor con unas cifras de producción y ventas que no se parecen en nada a las de los inicios hace 25 años”, relató.

Los integrantes de la DO Cigales contaron con la presencia del alcalde de Valladolid, Óscar Puente; el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero; y la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, alcaldes y empresas de la zonas productoras. El cocinero vallisoletano Javier Peña hizo las veces de maestro de ceremonias en un acto donde se repasó la historia vitivinícola en la comarca a lo largo de las últimas dos décadas y media.

Herrera se refirió al necesario proceso de internacionalización que se llevó cabo con la puesta en marcha de una gran bodega como Museum, lo que ayudó mucho al ver los productores que se podía hace un buen tinto y venderlo fuera. “Hace 25 años no exportábamos ni una sola caja de vino al tenerlo todo vendido aquí y no existir costumbre de salir al exterior. En la última década, teniendo en cuenta que íbamos muy retrasados respecto a otras denominaciones de origen sin adaptarnos a los tiempos modernos, se creció en torno a un 70 por ciento. Todos los años vamos subiendo y en 2015 se hizo en un nueve por ciento vendiendo un millón de botellas, lo que supone en torno al diez por ciento de la producción actual”, recordó.

Además, resaltó el hecho de que en Cigales se ha sido capaz sin fondos comunitarios de reconvertir hasta 17 variedades de viñedo, “una miscelánea terrible con sello propio que hacía que cada vino fuera de su padre y de su madre aunque estuviera bueno”, ironizó. A fecha de hoy sostuvo que la reconversión permite que Cigales tenga iniciativas unificadas de los viticultores muy novedosas en vinos de calidad y que se mantenga siempre “el rigor, el buen hacer excelencia en todo el trabajo que hace la denominación de origen”.

Impulso de variedades autóctonas

Herrera señaló en este sentido que se han conservado variedades autóctonas como la tinta del país, tempranillo y algunos viñedos de garnacha y verdejo. En 2015 se alcanzaron los 4,5 millones de contraetiquetas con 34 bodegas y 400 viticultores del tradicional Cigales clarete y de tinto, con un 50 por ciento de producción en cada una de las variedades.

“Está claro que hay que aprovechar las variedades de tinto y la situación del mercado y producir significamente más, sin olvidar los claretes. Estamos en un techo de capacidad de producción de catorce millones de kilos de uva y dos millones todos los años se escapan del control de la Denominación de Origen a otros mercados. Hay que tratar de recuperarlos, ya que solo se inscriben entre ocho y diez millones”, expuso.

Pascual Herrera se congratuló también de que desde la DO Cigales se haya contribuido a cambiar el reglamento. “Así, como había potencial, junto a los tradicionales claretes frescos y tintos están surgiendo nuevas variedades como los tintos dulces que se van a elaborar, junto a espumosos y blancos verdejos con el objetivo de abrir más las puertas en nuestros territorios y acercarlos a un consumo responsable de los jóvenes, algo que se ve como un objetivo prioritario en Castilla y León”, dijo.

El presidente de la DO Cigales indicó que el hecho de lograr una añada excelente en los vinos de 2015 se debe a que el elaborador “se está dando cuenta de que la materia prima es primordial y se esmera en hacer un producto de calidad, además del potencial brutal que se tiene con los tintos, que aunque fueran inéditos hasta hace poco la tradición se está recuperando. El clima puede ayudar y el buen hacer mucho más”, expuso.

Pascual Herrera apuntó que ante todo se quiere incrementar la capacidad productiva y planteó que se pueda implantar “un banco de viñedos”, como se ha hecho en otras DO de la Comunidad para poder plantar más hectáreas, caso de El Bierzo. “Se estaban arrancando viñedos de 60-70 años al jubilarse los propietarios y no volver los hijos al campo. No se puede permitir y hay ilusión por hacer las cosas bien y se lo vamos a trasladar a la Consejería para que nos ayude. Con este fondo de tierras se puede propiciar que ni se vendan ni se arranquen y desde la DO, o personas que se busquen, seguir cultivando a cambio de pagar un tanto por ciento a los dueños que dejaron de producir vinos de calidad”, dijo.