Nicolas Sarkozy ficha por el grupo hotelero francés Accor
El expresidente francés anunció su retirada de la política en noviembre tras perder las primarias de su partido
Eliminado hace tres meses de la carrera al Elíseo en las primarias de su propio partido, Nicolas Sarkozy ha encontrado un hueco en el sector privado. El expresidente francés ha fichado por el grupo hotelero Accor, que este martes anunciaba su entrada en el Consejo de Administración de la cadena.
Sarkozy presidirá el comité de estrategia internacional, un puesto creado específicamente para él. El director general de AccorHotels, Sébastien Bazin, ha justificado la entrada de Sarkozy por su experiencia internacional y “su perfecto conocimiento de las cuestiones geopolíticas mundiales”. El interesado, por su parte, ha mostrado su satisfacción por participar en el desarrollo internacional de la firma francesa.
AccorHotels tiene más de 4.000 hoteles bajo una veintena de firmas -Sofitel, Pullman, Novotel, Mercure, Ibis, HotelF1, entre otras- en 95 países. Su cifra de negocios es de 5.600 millones de euros. “Estoy muy contento de participar en el desarrollo internacional de AccorHotels, estandarte de las empresas francesas”, ha reaccionado el interesado.
VIEJOS AMIGOS
Bazin y Sarkozy se conocen desde hace tiempo. Han compartido tribuna presidencial en el Parque de los Príncipes durante los partidos del París-Saint-Germain (PSG) y ahora compartirán las reuniones del consejo de administración del primer grupo hotelero europeo.
Hay quien ve en el nombramiento la devolución de un favor. El antiguo inquilino del Elíseo ayudó en el 2011 a Bazin a encontrar un comprador para el PSG, en concreto el Qatar Sport Investment (QSI), cuando el hoy responsable de Accor estaba al frente del fondo de inversión Colony Capital y pasaba por algunos apuros para mantener el control del PSG.
El nuevo miembro del consejo de administración cobrará una media de 50.000 euros al año por asistir a unas diez reuniones, un trabajo que le dejará margen para ejercer otras actividades. A pesar de que tras su derrota en las primarias de ‘Los Republicanos’ anunció su retirada de la arena política, Sarkozy sigue siendo una referencia en el partido y nadie duda de que mueve ciertos hilos entre bambalinas. Es una especie de 'padrino', como decía hace poco un diputado quien sabe si con segundas intenciones.
CONSEJOS A FILLON
El pasado 15 de febrero fue el candidato conservador, François Fillon, contra las cuerdas por el escándalo de los supuestos empleos ficticios de su esposa, Penelope, y dos de sus hijos, quien le pidió consejo.
Lo hizo durante un almuerzo del que Sarkozy sacó esta conclusión:“Está completamente perdido, éste”, según cuenta este miércoles ‘Le Canard Enchaîné’, el semanario satírico que aireó el llamado ‘Penelopegate’.
“Me acribilló a preguntas sobre lo que debería hacer. Sólo le faltó tomar notas”, le habría dicho el expresidente a un amigo. Parece que la sugerencia que le hizo a Fillon fue algo en lo que Sarkozy es un maestro: “saturar el espacio mediático haciendo una propuesta diaria”.
El candidato a las presidenciales le preguntó entonces “cómo tapar el ruido negativo de los jueces”, a lo que el expresidente le habría respondido lo siguiente: “cuanto más hagas, más taparás el ruido mediático negativo”. Siguiendo este consejo, Fillon anunció al día siguiente una propuesta que ha reabierto el debate sobre la necesidad de situar la edad penal en los 16 años.
INVESTIGACIÓN ABIERTA
Además, ha dado marcha atrás en su intención de renunciar a la candidatura si es imputado. La Fiscalía financiera mantiene abierta la investigación sobre un presunto desvío de fondos, dado que Fillon pagó con dinero público a sus familiares, contratados como asistentes parlamentarios sin que haya muchas pruebas de que ejercieron tal actividad.
Síntoma de que el escándalo puede estar remitiendo, en un último sondeo publicado este martes por Elabe, Fillon sube tres puntos en intención de voto y se sitúa con un 21% por delante del candidato centrista, Emmanuel Macron, penalizado por una reciente polémica tras calificar de “crimen contra la humanidad” la colonización francesa de Argelia.