Diario de Valladolid

SALAMANCA

Esperanza contra el colangiocarcinoma

Un estudio en el que participan la USAL y el IBSAL abre la puerta para el desarrollo de nuevos tratamientos contra este cáncer de hígado en el que solo el 10% de los pacientes llega a los 5 años de vida tras el diagnóstico

José Juan García Marín, director del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Usal y jefe del grupo HEVEPHARM.

José Juan García Marín, director del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Usal y jefe del grupo HEVEPHARM.enrique carrascal

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Maria Bausela

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Esperanza contra uno de los cánceres de hígado más agresivos, conocido como colangiocarcinoma o CCA. Los tumores hepáticos se pueden clasificar en tumores infantiles raros, como los hepatoblastomas, y en cánceres hepáticos del adulto. De ellos, la mayoría, cerca del 85%, son derivados de la malignización de las células más abundantes en el hígado, los hepatocitos. Dichos tumores se denominan hepatocarcinomas o carcinomas hepatocelulares. El restante, aproximadamente el 15% de los cánceres hepáticos primarios provienen de la malignización de las células del sistema biliar, desarrollando colangiocarcinomas.

Estos tipos de tumores pueden aparecer en cualquier punto del árbol biliar, ya sea dentro o fuera del hígado, como puede ser en los conductos que llevan la bilis hasta la vesícula biliar y luego al intestino. Sus diferentes posibles ubicaciones causan a su vez que cada tumor sea diferente, pero en general cuentan con un mal pronóstico. Esto se debe a que se suelen diagnosticar tarde, su evolución es muy rápida, existen opciones de tratamiento muy limitadas y en muchas ocasiones los tumores no responden a los tratamientos disponibles.

Esos factores causan que solo entre el 20-30% de las personas con este cáncer puedan someterse a una cirugía para la extirpación del tumor, un procedimiento tras el que también es baja la tasa de supervivencia.

Dada la complicada situación por la que pasan los pacientes con estos tumores tan agresivos existen multitud de investigaciones que se centran en la búsqueda de marcadores de diagnóstico temprano, la identificación de nuevas dianas farmacológicas, y el desarrollo de estrategias farmacológicas y de terapia celular para poder mejorar la respuesta del tumor al tratamiento farmacológico.

El último estudio en unirse a esta lista es el realizado por el grupo de investigación del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca y la Universidad de Salamanca (USAL) ‘Hepatología Experimental y Vectorización de Fármacos’, un proyecto con el que han podido identificar un nuevo objetivo terapéutico para este cáncer de hígado.

Su investigación parte de la hipótesis de que la proteína CNNM4, que juega un gran papel importante en el movimiento de magnesio en las células sanas y tumorales, resulta especialmente relevante para la malignidad de estos tumores.

«El pronóstico del colangiocarcinoma es funesto. La única terapia con cierta probabilidad de éxito es la extracción quirúrgica del tumor, pero son muy pocos los casos en los que es posible, aproximadamente uno de cada cuatro pacientes», apunta José Juan García Marín, director del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Usal y jefe del grupo HEVEPHARM.

Por ello su objetivo con este nuevo estudio era valorar si la elevada expresión de CNNM4 en colangiocarcinoma tiene alguna relación directa con el desarrollo de las características que determinan la malignidad del tumor y, en caso de demostrarse esta teoría, tratar de «manipular» esta proteína para hacer los tumores más sensibles a los fármacos.

Como parte del convenio que ha realizado este estudio, el equipo de Salamanca se ha centrado concretamente en la realización del análisis de los niveles de expresión a nivel génico del CNNM4 en muestras de pacientes con colangiocarcinoma. Un trabajo por el que han podido ver «resultados prometedores».

«Se ha demostrado que la proteína aparece en niveles elevados en este tipo de cáncer y que, al reducir su expresión en las células tumorales estas pierden vitalidad, crecen menos, son más sensibles a la quimioterapia y tienen menor capacidad de invadir otros tejidos».

Adicionalmente, han observado que CNNM4 está relacionada con un proceso de muerte celular ligado al hierro, conocido como ferroptosis. «Gracias a esto observamos que al bloquear el uso de hierro con un medicamento las células cancerosas lograron recuperar parte de su capacidad de crecer».

También destaca que el estudio prueba cómo la tecnología GalNAc siRNA permite que las terapias se administren específicamente al hígado, un enfoque de precisión que podría garantizar tratamientos más efectivos, seguros y fáciles de administrar.

«La esperanza de vida de los pacientes diagnosticados de colangiocarcinoma es escasa. Actualmente, se estima que solo uno de cada 10 pacientes llega a los 5 años de vida después de ser diagnosticado, puesto que solo entre un 20% y un 30% de los pacientes son diagnosticados en fases tempranas, cuando aún pueden ser operados. Por ello las expectativas para la gran mayoría de los pacientes con colangiocarcinoma son bastante malas».

Dado este contexto el investigador apunta que la existencia de este posible avance para el tratamiento de este tipo de cáncer es «esperanzador»·.

Aún queda trabajo para que estos descubrimientos puedan llegar a los pacientes. Los siguientes pasos pasarán por la realización de estudios preclínicos in vivo con animales de laboratorio que permitan decidir si es conveniente plantear estudios clínicos.

Pese al largo camino por delante García Marín se encuentra satisfecho con el trabajo realizado, puesto que representa un avance «muy importante para los pacientes, para que sientan que no están solos en su lucha contra una enfermedad devastadora, como todavía es el cáncer, y en especial los cánceres hepáticos».

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