Diario de Valladolid

LEÓN

Innovación en el aire

La startup Invicsa Airtech ha sido galardonada en los Premios EmprendeXXI por su tecnología que permite la inspección autónoma de aeropuertos y la recuperación de cargas mediante drones

Uso de un dron de la startup Invicsa Air tech que permiten la inspección autónoma de aeropuertos y la recuperación de cargasE.M.

Publicado por
Maria Bausela
Valladolid

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Automatizar operaciones con drones, ese es el objetivo de la startup leonesa Invicsa Airtech, que ha sido galardonada en la XVIII edición de los Premios EmprendeXXI como la empresa con mayor impacto en Castilla y León. Esta tecnología, que integra la inteligencia artificial y la conectividad 5G, permite la inspección autónoma de aeropuertos y otras infraestructuras, así como la recuperación de cargas espaciales mediante paracaídas autoguiados, algo para lo que colaboran con la Agencia Espacial Europea.

«Nuestra empresa surge de una idea valiente. Éramos un grupo de amigos, que nos conocimos en la Universidad de León y llevábamos más de 10 años volando drones, pero nunca nos habíamos lanzado a desarrollar tecnología propia. Cuando nos dimos cuenta de que estábamos haciendo algo realmente innovador, que fue nuestro primer proyecto de drones conectados por 5G, presentamos la propuesta la aceleradora Wolaria y le dimos forma empresarial, con los cuatro amigos como fundadores. Cuatro años después, tenemos varias verticales de trabajo, con 10 personas en la empresa y mucho potencial de crecimiento», apunta Carlos Almanza Turrado, ingeniero aeronáutico, cofundador y responsable del desarrollo de negocio de Invicsa Airtech.

Desde su sede en León prestan servicios con sistemas remotamente tripulados en varias verticales: infraestructuras, agricultura, topografía, audiovisual y espacio. Dentro de estos trabajos, los desarrollos que hacen van orientados a automatizar estas operaciones, para «poder realizarlas de la forma más eficaz posible y con la mínima intervención humana».

Cada una de estas ramas tiene muchas particularidades, sus puntos en común son el sistema de comunicaciones que han desarrollado para controlar los drones a través de la red de internet, y el software de Inteligencia Artificial para analizar dichos datos. «Por ejemplo, uno de nuestros drones está instalado de forma permanente en un hangar en una ubicación remota, a cientos de kilómetros de nuestro centro de control. Cuando nuestro piloto del centro de control lo ordena, el hangar se abre, el dron realiza su operación -ya sea vigilancia, monitorización, detección de objetos- y, cuando termina, vuelve a aterrizar en el hangar de forma automática. Todo esto ocurre sin necesidad de que ninguna persona intervenga in-situ, sino que todo se gestiona desde nuestro centro de control». El Concepto de Operación Aeronáutico, llamado Piloto Deslocalizado, «es en sí mismo también bastante disruptivo. De hecho, en España somos actualmente la única empresa con autorización de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) para hacerlo».

Por otra parte, su sistema de recuperación de cargas con paracaídas autoguiados, es la aplicación de ese sistema de comunicaciones a mucha más altura. En este caso, se comunican con el sistema de recuperación, tras liberarse del cohete de lanzamiento, para que sea su algoritmo de IA de Navegación quien decida cuál es la mejor actuación para que el paracaídas siga una trayectoria predefinida. «Es un sistema bastante complejo en cuyo desarrollo estamos inmersos actualmente».

«Creemos que los drones ofrecen muchísimas posibilidades de aumentar la eficiencia de las operaciones, a la vez que mejoran la seguridad. Sin embargo, como operadores y pilotos, somos conscientes de que hay mucho margen de mejora en la automatización. Nos hemos encontrado trabajos en los que hemos tenido que realizar exactamente el mismo vuelo, dos días a la semana, durante 12 meses, por ello pensamos en buscar la forma de añadir más valor al sector».

Con los drones conectados por 5G comenzaron haciendo prototipos en las aeronaves que construían y a medida que fueron depurando el sistema de comunicaciones fueron integrándolo en drones comerciales de forma que pudieran usar sus aeronaves, que tiene prestaciones muy buenas, con su propio sistema de control. Actualmente, están explorando los distintos usos que tiene este sistema a través del concepto del Piloto Deslocalizado. «Nos estamos encontrando aplicaciones tan variopintas como detectar tornillos en la pista de un aeropuerto, medir salud de plantas o incluso ahuyentar aves».

La principal ventaja que tiene su tecnología es que permite obtener el dato se necesita, exactamente cuando se necesita. «Por ejemplo, para inspeccionar una pista de aterrizaje en busca de restos de objetos que podrían suponer un riesgo para los aviones actualmente se utiliza una ‘pickup’ conducida por una persona que mira por la ventanilla en busca de esos objetos. Nuestro sistema integra las distintas tecnologías que hacen posible que tanto esa inspección, como la de un aerogenerador, la de una infraestructura crítica o un viñedo, sean completamente automáticas, sin que un ser humano necesite desplazarse allí a mirar. El ahorro de tiempo, la mejora de la eficiencia y la reducción de riesgo humano, sobre todo en operaciones en altura, es muy notable», incide.

Gracias a todo esto su proyecto ha resultado seleccionado entre las 34 candidaturas presentadas a la última edición de los Premios EmprendeXXI en Castilla y León. «Para la empresa ha sido un gran hito. Consideramos este reconocimiento como un respaldo de que estamos haciendo ‘las cosas bien’ y con esfuerzo y talento se puede llegar lejos. En Invicsa tenemos como objetivo demostrar que las grandes innovaciones también pueden surgir en ciudades como León, en un pequeño taller. No toda la tecnología tiene por qué venir de Silicon Valley o de consorcios de grandes empresas. Queremos ayudar a que el talento que se genera en esta región no tenga que irse para construir un futuro, sino que ese futuro también pueda empezar aquí».

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