Diario de Valladolid

El ingeniero que teje una red familiar virtual

PERSONAJES ÚNICOS / CARLOS MONTERO-LUQUE Este talento retornado está al frente de la creación de Hawi, una plataforma que tiene como meta permitir a las familias apoyar a sus miembros que estén en riesgo de vulnerabilidad, por edad avanzada o enfermedad crónica / Comenta que en Castilla y León hay un ecosistema muy bueno de jóvenes innovadores y trabajos en universidades de alta calidad

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Estibaliz Lera

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Hace años fue un cerebro fugado, hoy es talento retornado. Carlos Montero-Luque nació en La Coruña, pero creció en la capital del Pisuerga. Cuando tuvo que decidir qué estudiar, cruzó el charco para licenciarse en Ingeniería Eléctrica en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos. «Era la primera vez que veía ordenadores y me ilusionó mucho trabajar en este negocio», rememora. Más tarde cursó un máster nocturno en Ciencias Políticas en Harvard. Lo realizó mientras trabajaba. El broche lo pusieron los estudios de Dirección General en la Harvard Business School. 

Su carrera profesional se ha desarrollado en la industria del software. Empezó en un consorcio trabajando en el sistema operativo Unix. También ha realizado consultoría y ha pasado por unas cuantas startups. De hecho, vendió tres de ellas –Open Environment, WebSpective y Ximian– a otras compañías. Los últimos años en Estados Unidos fue vicepresidente ejecutivo en Intralinks, hasta que la vendieron a un private equity por 1.000 millones de dólares. En esta línea, apunta que empezó como ingeniero de software, pero con mucho trabajo llegó a posiciones de vicepresidente de ingeniería hasta conquistar la dirección general. Hace dos años quiso cambiar su vida y regresó a España para estar más cerca de su familia. 

Ahora está al frente de la compañía vallisoletana Huginntech que está creando Hawi, una plataforma que permite a las familias apoyar a sus miembros que estén en riesgo de vulnerabilidad, por edad avanzada, enfermedad crónica activa u otras razones. Empezaron con este proyecto, tal y como señala, porque saben que el apoyo activo de familia y amigos cercanos tiene «un gran impacto positivo» sobre la salud, independencia y bienestar de estas personas.

En este sentido, Carlos Montero-Luque sostiene que la tecnología permite hacer cosas muy interesantes que antes no eran posibles, desde el uso de los dispositivos móviles personales para conectar, pasando por el aprendizaje de máquina, las posibilidades del ancho de banda que 5G crea, dispositivos de toma de datos de salud en cualquier sitio, etcétera. «Hawi no es solo una solución que permita a este entorno afectivo de familia y amigos tener un papel clave en los cuidados de estas personas, sino que les ofrece la posibilidad de colaborar entre ellos y coordinar su esfuerzo con instituciones como servicios sociales o servicios de salud, además de compañías de servicios», indica para, a renglón seguido, añadir que están construyendo esta herramienta como una plataforma que se puede integrar con servicios sociales y con otras soluciones de servicios a las personas.

La empresa la fundó con Naresh Wignarajah, con quien trabajó en dos compañías en Boston, su hermano, que es médico de Atención Primaria en Sacyl, y su hermana, consejera de comercio en la embajada de la Unión Europea en Quito, Ecuador. La sede está en la capital del Pisuerga y pudo hacerse realidad gracias a la ayuda del Programa de Retorno del Talento del Ayuntamiento de Valladolid y el apoyo del equipo de innovación de la Junta de Castilla y León. 

Aparte de su trabajo, Montero-Luque ha tenido la fortuna de ser cofundador y miembro del Consejo de Administración de Mobile Lean, una compañía de Valladolid que está transformando las operaciones de cientos de fábricas en grandes empresas industriales. «El equipo que llevan Roberto Delgado, Angélica Lozano y Antonio Alonso está haciendo cosas muy especiales en todo el mundo desde Valladolid», celebra. 

Su día a día varía en función de la situación en la que esté la compañía. Afirma que a veces el desarrollo del producto es más importante, mientras que hay temporadas en que ventas, desarrollo de negocio y relaciones estratégicas o proyectos para socios son lo que más horas les ocupa. También considera clave seguir procesos ágiles de desarrollo. El resto de la jornada discurre entre comunicaciones con el equipo, otros encuentros para proyectos específicos, ventas, desarrollo de negocio…

En su opinión, la situación de la innovación y la investigación en Castilla y León ha cambiado mucho desde que se fue a Estados Unidos. «Hay un ecosistema muy bueno de jóvenes innovadores y trabajos en universidades de alta calidad, como por ejemplo el equipo del profesor Martínez-Zarzuela. No falta gente con conocimientos, esfuerzo e innovación». 

En este punto, Carlos Montero-Luque señala que existen administraciones que han tomado un papel importante para convertir a la Comunidad en puntera. Pone como ejemplo el Ayuntamiento de Valladolid y el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco. No obstante, manifiesta que en Madrid los servicios de salud tienen programas muy buenos de innovación, y en el País Vasco el apoyo al tejido industrial es ejemplar. «También encuentras gente que te recuerda a la imagen del funcionario o político que cuanto menos tengan que hacer, mejor. Creo que los cambios van a mejor, pero queda mucho camino por delante», incide. 

A su juicio, es difícil decir si los más afectados por la crisis económica son los jóvenes, sin embargo, subraya que el nivel del paro joven ha sido crónicamente muy malo. A esto se suma, agrega, que la pandemia ha afectado a otros colectivos como los mayores de una forma terrible. 

Dice que la sociedad premia el talento y la innovación. Eso sí, deja claro que no es fácil. «Ahora si no te renuevas y aprendes durante toda tu carrera profesional, te puedes quedar atrás muy fácilmente», sentencia Carlos Montero-Luque antes de incidir en que el desarrollo de su trayectoria ha sido muy importante y la oportunidad de estar en situaciones en las que su esfuerzo no solo ha sido reconocido, sino que también ha tenido un impacto mayor en la tecnología y el negocio de las compañías en las que ha trabajado, ha sido una fuente de orgullo.

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