Robots con visión en los lineales de Carbures

La aplicación de la robótica a los procesos industriales de la automoción está creciendo a pasos agigantados. La compañía Carbures consciente de la necesidad de aumentar la eficiencia y la seguridad en la fabricación ha desarrollado un software que permite dotar de visión artificial a los robots colaborativos que están colocados en los propios lineales de fabricación en serie.

Carbures es un grupo industrial especializado en la ingeniería y fabricación de estructuras de fibra de carbono para diferentes sectores como automoción, aeronáutica y obra civil.

Cuenta con una planta de producción propia en la localidad soriana de El Burgo de Osma especializada en la fabricación de estructuras de fibra de carbono en series largas para coches, necesarias para reducir el peso de los vehículos. En la actualidad es capaz de producir una pieza en fibra de carbono en menos de cuatro minutos. Se trata de una tecnología propia, denominada RMPC, que patentó hace años y que le permite acortar el proceso de fabricación de este tipo de piezas en una cadena, a la vez que puede desarrollar trabajos de mayor complejidad, como la multi-inyección en la misma cavidad del molde.

La compañía, con sede en Cádiz, nació con el desarrollo de una tecnología propia para fabricar estas piezas de fibra de carbono y ahora ha abierto una nueva etapa tecnológica que le ha permitido adentrarse en la cuarta revolución industrial, 4.0.

Entre los nuevos desarrollos tecnológicos que han lanzado recientemente se encuentran sus lineales inteligentes, dotados de robótica avanzada y visión artificial que se implementan en la fase de fabricación y montaje de piezas y sistemas de coches, como el frenado y la dirección.

El equipo de ingenieros de la compañía ha diseñado un software inteligente que guía a los robots, a través de las cámaras que llevan implantadas, y les permite reconocer posiciones de las piezas, objetos e incluso corregirlos en la cadena de montaje.

El trabajo comienza desde el primer momento de la fabricación, dado que este sistema puede determinar el lugar exacto en el que comienza el proceso de fabricación de una pieza. «No todas arrancan en la misma posición y estas cámaras permiten al lineal detectar y situar a la pieza para ajustar la fabricación de cada una», según explican fuentes de la compañía. De esta manera, las cámaras guían a los robots, colocados en los lineales, para manipular las piezas adecuadamente y sobre todo en los procesos complejos para los operarios, como en el tratamiento superficial con plasma para mejorar las adherencias de siliconas en algunos componentes, como las servo bombas hidráulicas.

Además, las cámaras realizan una función de comprobación de la calidad y del funcionamiento, tanto de las piezas como del montaje.

Carbures apostó por la tecnología de visión artificial para acelerar el proceso de fabricación y dar una mayor flexibilidad en la línea para diferentes variantes de piezas y así absorber las diferencias de tolerancias dentro de un mismo producto, en definitiva, todo ello le permite garantizar la seguridad del proceso.

La compañía quiere seguir siendo un referente de desarrollo de nuevas tecnologías pioneras, sobre todo dentro del sector de automoción que cuenta con una importante presencia en el tejido industrial de la provincia de Soria y de Castilla y León.

Por eso ha implementado en sus procesos de fabricación la visión artificial y la robótica colaborativa, así como con las comunicaciones entre los distintos dispositivos para poder gestionar datos y parámetros que permitan actuar sobre el proceso de fabricación en tiempo real y conseguir un rendimiento de las máquinas «a un nivel de inteligencia más elevado», puntualizaron fuentes de la compañía.

La empresa cuenta con equipos específicos, dentro del departamento de I+D+i, para cada uno de los sectores en los que quiere introducir sus piezas en fibra de carbono, como la automoción, la aeronáutica y la obra civil. En lo que se refiere al desarrollo de la robótica para la automoción se ha trabajado a lo largo de tres años, con diferentes cargas y objetivos. El trabajo más importante se realizó en los primeros meses hasta que se desarrolla una primera versión con dedicación y posteriormente se avanzó en procesos de mejora continua.

La compañía ha comenzado a implementar los sistemas de automatización innovadores en los lineales de sus fábricas ubicadas en Estados Unidos, México, Alemania, Polonia, Francia, China y España.

En este proceso de renovación está incluida la fábrica de El Burgo de Osma (Soria), con la previsión de que esté en funcionamiento a final de 2019. Se va a realizar en varias etapas. En primer lugar Carbures tiene que cerrar los trabajos de adecuación de la planta soriana y posteriormente se instalarán los lineales inteligentes con robótica avanzada y visión artificial que se han empezado a probar. De esta manera la compañía blinda su planta soriana con la tecnología necesaria para hacer frente al crecimiento que va a experimentar en los próximos meses el área de automoción. Las piezas que elabora con su tecnología propia dirigidas a coches son variadas como llantas, techo, capo, interiores, retrovisores y embellecedores, entre otros.

El desarrollo tecnológico de sus lineales con visión artificial ha permitido que Carbures Mobility, filial de automoción del grupo, cerrar el primer contrato de venta de cuatro lineales inteligentes, para la fabricación y montaje en series largas de sistemas de frenado para coches, con un proveedor mundial en el sector. El desarrollo de esta última tecnología ha permitido dar un salto cualitativo de la capacidad industrial de Carbures y ser un referente dentro del sector, apuntaron fuentes de la compañía.