La ilusión da paso a la duda
Tras conocerse la cifra de 20.000 renovaciones de abonos, el club cambia el paso y habla de la multa de LaLiga de 10 millones de la etapa de Ronaldo, sus limitaciones económicas, la imposibilidad de inscribir de inicio a todos los fichajes y un presupuesto superado por al menos seis rivales
El portero Guilherme, único fichaje que es titular habitual.
El fútbol profesional es un negocio y, como tal, hay que entender su evolución en términos de mercado. En las primeras semanas con la nueva propiedad se vendió la imagen de frescor, ganas, ilusión y trabajo, con salidas esperadas de jugadores y fichajes ilusionantes, aunque no de primer nivel. El dinero estaba en movimiento.
Tras la inesperada renovación de más de 20.000 abonados y por tanto con los deberes sociales hechos, la imagen que se exporta es de limitaciones para fichar hasta que no haya salidas, presupuestos bajos y una deuda heredada de 10 millones que la gente de Ronaldo mantuvo en secreto en cuanto a su cuantía. Una cifra que habla tan mal del equipo de gestión del brasileño y resto de dueños en la sombra, como del organismo de Tebas, con orejeras para ciertos clubes y microscopio para otros.
La cuestión es que el Real Valladolid ha pasado de pantalla... a una en blanco y negro. Llegarán pocos jugadores, al estar confeccionada ya la plantilla casi en su 90% y no se prevé ningún nombre rimbombante, aunque sea en el nivel de la división de plata. Ni siquiera se podrá inscribir para el inicio de Liga a los siete fichajes. Los nuevos propietarios no han llegado con una bolsa económica para invertir y ampliar capital. Se dedicarán a administrar el dinero que se genere.
La fortaleza económica no asegura el éxito (Mirandés y Almería lo ejemplifican, sensu contrario) pero ayuda mucho. Y el Real Valladolid, en la clasificación de presupuestos, parte ya fuera de la zona de ascenso, al ser entre el séptimo y el noveno, según afirmó Orta en la no presentación de Jaouab.