Del premio al fracaso
El césped blanquivioleta, elegido el mejor por LaLiga en la última temporada, impide por su mal estado la disputa del trofeo Ciudad de Valladolid ante el Getafe
Imagen del miércoles del césped del estadio Zorrilla, con diferentes tonos y corros vacíos.
El Real Valladolid no jugó ni a las chapas en la última temporada 24-25, pero el césped del estadio Zorrilla recibió el aplauso unánime de los rivales blanquivioleta, especialmente Real Madrid y Barcelona, cuyos jugadores mostraron su pesar por no contar con un verde en tan ideal estado pese a su condición de gigantes del fútbol mundial.
El reconocimiento no tardó en llegar. Zorrilla fue elegido como mejor campo de juego la pasada temporada por parte de LaLiga.
Ahora el pasto pucelano parece seguir con retraso la estela del equipo. Ha pasado de modélico a impracticable. Hasta el punto de que el Real Valladolid se ha visto obligado, en un hecho peculiar y sin apenas precedentes, a suspender el encuentro amistoso de la noche de este miércoles 6 de agosto entre el Real Valladolid y el Getafe, valedero para el LI Trofeo Ciudad de Valladolid.
Lo hizo a las 13.50 horas, poco más de siete antes del encuentro, en una decisión muy difícil de entender, pues un césped no se pone bien o mal en horas y casi ni en días, sino en semanas. El club pasó la mañana calibrando si su estado era lo suficientemente bueno para jugar sin que existiese riesgo de lesión, y decidió que no se jugase.
Siendo quizá buena la decisión para preservar la salud de los futbolistas, su tardanza la convierte en mala. Además de aficionados de Getafe que ya se estaban desplazando a Valladolid, hubo seguidores locales que rompieron con su asueto veraniego en destinos foráneos para viajar hasta la ciudad y presenciar el partido. A algunos los pilló hasta con el billete de tren o autocar sacados. Por no hablar de los que acomodaron horarios de trabajo u otras obligaciones para estar presentes en Zorrilla.
También le faltaron reflejos al club para programar con antelación el partido en otro destino cercano o incluso en el mismo Getafe, dada la cercanía entre ambas ciudades, pues ambos equipos buscan rodaje.
Desde el club se asegura que el césped estará en un estado óptimo cuando el viernes 15 el balón ruede frente al Ceuta en el debut liguero. La explicación de su mal estado actual reside en que se realizaron las mismas labores de cuidado y regeneración que el año pasado, pero que las altas temperaturas han impedido repetir resultados. Un problema que no ha surgido con igual magnitud en los otros estadios de LaLiga.
Esta es la segunda vez que se suspende el trofeo. La anterior fue en noviembre de 2018, cuando el Lille francés no pudo volar por la niebla.