Diario de Valladolid

«Podemos subir directos»

Raúl Moro es el primer blanquivioleta que asume el reto del ascenso sin eufemismos ni manidas cantinelas de ‘partido a partido’

Raúl Moro, el día de su presentación.

Raúl Moro, el día de su presentación.REAL VALLADOLID

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Por fin. Lejos de la monótona y cobarde letanía del partido a partido, refractaria a la asunción de responsabilidades, Raúl Moro cogió el toro por los cuernos para reconocer cuál es el objetivo máximo del Real Valladolid. Todos los saben pero ninguno en el club se ha atrevido a decirlo. Ni el entrenador. Hasta ahora.

«Sí, se puede subir de forma directa. Estamos en el tramo final con seis partidos, donde todo el mundo quiere estar: a dos puntos del líder y con una racha muy buena. Estamos en uno de los mejores momentos de la temporada», confiesa el extremo.

«Nunca había visto una Liga así de igualada. A estas alturas otros años ya había algún descolgado pero creo que en éste se va a jugar todo hasta la última jornada», añade.

Moro sabe que en el final de Liga no importa tanto el lugar en la clasificación del rival como lo que tiene en juego. «Puedes mirarlo pero da igual. Todos se juegan cosas y no sabes quién se juega más, si los que miran a Primera o a Primera RFEF. Tengo el mismo respeto a todos».

Moro ha sido uno de los jugadores recuperados en las últimas jornadas. Salió contra el Eldense en el minuto 27 por la lesión de Biuk y fue el mejor junto a Monchu. Ante el Amorebieta jugó más de una hora y también destacó. «Hace varias semanas que me siento muy bien. Estoy a disposición del equipo para lo que haga falta».

Sus reiterados problemas físicos le han obligado a realizar trabajo específico por ser tan explosivo. «Después de las lesiones se ha tomado más cuidado. Nos hemos quitado algunos ejercicios que eran innecesarios, como los tiros al final de los entrenamientos. Me gusta quedarme a chutar pero, si te lo ahorras, estás mejor para el fin de semana y puedes evitar cosas que no queremos que pasen».

Y reconoce lo dicho por Pezzolano de que no sabe medirse. «Tengo el problema de que no sé dosificarme y en los entrenamientos también doy el cien por cien. Si me quitan ejercicios, bien, pero difícilmente me paro o me dosifico».

Moro no llega a alguna conclusión sobre por qué han llegado estas lesiones. «Es la primera temporada como profesional que estoy teniendo tantos minutos. Dosificarte hace que puedas estar mejor».

El atacante asegura que no lo ha pasado mal el tiempo que ha estado sin jugar, pudiéndolo hacer, aunque a veces su cara tras algún partido indicase otra cosa. «No. La verdad es que estaba concentrado en que el equipo ganara y preparado para salir en cualquier momento. Estamos donde queremos estar, para mí lo importante es el equipo y me siento muy importante y no insatisfecho por no jugar».

Por lo tanto reitera que su falta de continuidad se ha debido a sus problemas físicos. «No ha sido por falta de minutos sino porque me lesiono tres veces y al final el entrenador quiere lo mejor para mí e ir un poco con calma para que no vuelva a suceder».

¿Derecha o izquierda? No es una pregunta sobre política, sino acerca de la banda de su preferencia para jugar como extremo. La conclusión es que le gusta donde le pongan. «Cuando comencé en fútbol 11 jugaba por la derecha y me gustaba más esa banda. Luego me cambiaron de banda y me gustó más la izquierda. En ella tengo más opciones de centrar y por la derecha tengo un juego más directo. No sabría decir».

Ante la ausencia de Biuk, el dúo formado por Moro y Amath se postula como referencia en los extremos, sin olvidar a Iván y Anuar.

El domingo llega al José Zorrilla el Huesca, un equipo que hace no mucho estaba en Primera pero que ha pasado de luchar por el ascenso en otras temporadas a hacerlo por no bajar. Los aragoneses han experimentado una mejoría en las últimas jornadas y son el tercer equipo menos goleado de la segunda vuelta. «Defiende muy bien pero tenemos equipo y plantilla para ganar a cualquiera», recalca Moro.

Zorrilla. El estadio blanquivioleta ha sido una tortura durante fases de la temporada para el equipo y sobre todo su entrenador, pero en esta recta final de Liga debe ser el cohete que los impulse. Moro sabe el suelo que pisa.

«El Real Valladolid es un club histórico y qué menos que su afición sea exigente. Es una motivación que te exijan y pongan el listón alto para dar tu mejor versión. Pero si estamos todos unidos, será más fácil».

De los arbitrajes no habla. «En eso no me gusta meterme porque es muy difícil tener contentas a las dos partes. Cae todo el peso sobre ellos y se pueden equivocar. No creo que quieran hacerlo mal».

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