BALONCESTO / PRIMERA FEB
... Y la cabra tiró al monte
El UEMC Real Valladolid vuelve a las andadas para caer con estrépito ante Gipuzkoa, rival directo, tras una primera mitad nefasta en la que encajó 59 puntos
Kovacevic arma el brazo antes de lanzar ante Gipuzkoa.
La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse. Pero ni en esas. El UEMC Real Valladolid Baloncesto vuelve a las andadas al no ser capaz de recordar cómo ganó al Súper Agropal Palencia hace tan solo cuatro días. En Gipuzkoa, ante un rival angustiado por una pésima dinámica que le ha llevado a coquetear con el descenso para igualar el mismo bagaje de los vallisoletanos, pírrico, la amnesia se apoderó de nuevo del UEMC Real Valladolid Baloncesto tras una primera mitad injustificable al encajar la friolera de 59 puntos.
El ejercicio de incapacidad defensiva del Real Valladolid hizo pensar por unos instantes y de forma obligada que igual que en el anterior partido todo fue un ilusionismo y no ganó Valladolid sino que perdió Palencia, bueno, más bien su entrenador Luis Guil. La primera mitad de los blanquivioleta fue del todo calamitosa, un horror, encajando 30 puntos en el primer cuarto y 29 en el segundo, pudiendo incluso ser más debido a su apatía defensiva.
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Valiosa bocanada de oxígeno del Real Valladolid Baloncesto en el derbi ante Palencia
Guillermo Velasco
El regalo de los vallisoletanos al descanso (59-30), del todo inimaginable por lo que se está jugando y tras la resurrección efímera experimentada ante Palencia provocó que Gipuzkoa solo tuviera que nadar y guardar la ropa obligando a remar contra corriente al equipo de Iñaki Martín.
La ventana indiscreta
- Lectura. El scouting dejó en evidencia al UEMC, ninguneado en la primera mitad una y otra vez por los exteriores Johnson, Smith y Vrankic haciendo y deshaciendo a su antojo.
- Defensa. ...Y quien juega con fuego, acaba qumándose. Y es que es difícil levantar un partido cuando al descanso has recibido 59 puntos. Palencia avisó y Gipuzkoa ejecutó.
- Mensaje para navegantes. No se puede contentar a todos en el baloncesto moderno. Y la rotación de banquillo del UEMC dejó mucho que desear esta vez en San Sebastián.
- Con el agua al cuello otra vez. Era un partido para confirmar y lo que confirmó el UEMC es que de nuevo está con el agua al cuello tras el triunfo de Alicante, con tres equipos (Real Valladolid, Castelló y Alicante) empatados en los puestos 15, 16 y 17, los dos últimos que llevan al descenso junto al que ostenta Morón, su próximo rival que sorprendentemente apalizó a Ourense.
Un equipo descabezado, sin alma y de nuevo sin deseo en el que solo el ‘nuevo’, Samkele Cele, se salvó de la quema con 8 puntos en seis minutos. Porque ni siquiera esta vez el ataque ejerció de flotador.
El paso por los vestuarios obligaba al toque de corneta. Porque la valoración del equipo al descanso invitaba al fustigamiento. 56 puntos de diferencia. Ver para creer. 78 del Gipuzkoa por 22 del UEMC RVB.
Iñaki Martín en un lance del partido en el Amenabar Arena.
Tras la reanudación la imagen del UEMCReal Valladolid mejoró como no podía ser de otra manera. Primero porque peor no se podía hacer y segundo porque Gipuzkoa bajó de intensidad y acierto fruto de la más que lógica relajación. Entre otras cosas porque dispuso de hasta treinta puntos de ventaja (69-39) a seis minutos para la conclusión del tercer acto. El sesteo se apoderó de él casi sin querer coincidiendo con el reparto equitativo de minutos, con el tímido despertar de Kovacevic y el deseo de Samkelo Cele, de forma incomprensible mayor que el de muchos de sus compañeros.
Las diferencias no bajaron de la veintena y el último cuarto, con el partido visto para sentencia, dejó retratados a ambos equipos, marcados por igual por los errores y la falta de puntería para acabar con un extraño parcial de 11-11 que no cambiaba nada. Porque el daño estaba hecho. Porque la cabra siempre tira al monte y el este partido volvió a dejar claro a Iñaki Martín que en el baloncesto actual no se puede contentar a todos regalando minutos a unos y quitándoselos a otros. Al menos este equipo, al menos en estos momentos (90-69).