UEMC RVB busca el milagro

Lo más normal es que esta noche (20.45, Pisuerga) el San Pablo pasaporte al UEMC RVB con 3-0 en la lucha para entrar en la Final a Cuatro. Paco García, entrenador blanquivioleta, no es que se ponga la venda antes de la herida, sino que no tiene vendas para tantas heridas, en un final de temporada con el vestuario que parecía un hospital.

«Comienzo con el parte médico. Ni Íñigo Royo ni Mike Torres van a jugar. Ni Ziggy, que el otro día se resintió de su hombro. Tampoco está Lambás. Me gustaría que todos los que nos critican por lo mal que lo estamos haciendo, la vergüenza en esta parte final, todos esos valientes escudados en el anonimato dando hostias sin sentido, que se pasasen por aquí a ver cómo entrenamos. Es muy difícil cuando los dos bases son Puidet, que es escolta alero, y el otro es Schmidt. Y Sergio de la Fuente está jugando de alero para hacer cinco contra cinco competitivo y entrenar ciertas cosas. El club no tiene el músculo de otros para traer un americano, nos gusta hacer las cosas bien y si no viene con los papeles, no lo traemos; pero tampoco para uno de Europa de hoy para mañana. No tenemos esa capacidad».

El técnico ilustra su lamento por lo físico y lo económico con cifras. «Hemos jugado 36 partidos a día de hoy y en solo 17 he tenido a dos bases disponibles. El resto, ausencia, más ausencia, más ausencia. Hasta 59 por lesión en 36 partidos. Y a pesar de eso, tengo el orgullo bien grande de haber logrado el playoff a falta de seis jornadas. Muchas cosas buenas hemos hecho. Demos valor a esta temporada, no vaya a ser que en las siguientes coqueteemos más con lo de abajo que con lo de arriba».

Y hace un repaso de los problemas físicos del equipo. «Tengo hecho un mapa del cuerpo humano marcando las lesiones. De arriba abajo: el hombro de Ziggy, la ciática de Puidet, una pubalgia de Jaime, un dedo roto de Mike Torres en un pie, una membrana en el otro, un Aquiles de Devin, una fascitis plantar en Sergi Costa. Me gustaría haber encontrado un hilo y ver qué estamos haciendo mal, lo normal es que sean lesiones traumáticas por contusiones, rodillas, tobillos… pero no ha habido ni un solo esguince».

¿Se puede incluir en este mapa la cabeza de Schmidt? El técnico es franco. «Por supuesto. El otro día me enfadé con él al acabar el partido. Se le desequilibra muy fácilmente. Le tocan la cara, le hablan y se vuelve loco. Es una pena. Posiblemente por eso juegue en la LEB Oro. Su talento está por encima de esta Liga».

Paco García no teme que los seguidores den la espalda al equipo. «Creo que la afición de Pisuerga, por lo que yo he sentido en el estadio, la calle, el supermercado, es que el público que viene está fidelizado en el espectáculo del baloncesto, no el fanatismo de ganar».

Por último, habló de su futuro. «Tengo un año más con una cláusula por la que el club puede hacer efectiva mi no continuidad. También la tengo yo. Mi intención es que esta es mi última estación. Mi carrera comenzó en Valladolid y no tengo intención de cosas nuevas una vez termine esta aventura. Estaré siempre muy feliz y agradecido si se decide que continúe. Lo afrontaré como un regalo para terminar con un buen final, no como la mierda que hemos vivido estos últimos meses sin jugadores, sin poder entrenar, con sensación de ser director de algo que no tiene dirección».