El Real Valladolid Baloncesto, un juguete roto en Coruña (80-66)

Al UEMC Real Valladolid Baloncesto no le queda más remedio que acostumbrase a su terrible realidad. Un juguete roto por la poca cabeza de su mejor jugador Devin Schmidt, por los caprichos de un Federación Española de Baloncesto acomodada y con muy poco criterio en cuanto a la sanción emitida a la ‘estrella’ estrellada del conjunto blanquivioleta.

Y para colmo de los colmos, los problemas físicos y las lesiones aporrean con descaro en le peor momento posible la puerta de un equipo que ha visto como de la noche a la mañana y pese a sus imperdonables intermitencias a lo largo de la temporada, todo se ha torcido. A la lesión de Mike Torres, el faro que alumbraba el juego ofensivo del conjunto blanquivioleta se unió ayer la de su recambio natural, la de Zigmantavicius, que apenas duró un minuto sobre la cancha. Y totalmente ciego, sin bases puros, el Real Valladolid quedó a merced de un Leyma Coruña que posiblemente jugó uno de los partido más plácidos, con apenas exigencia (un cuarto y medio) de toda la temporada, permitiéndose el lujo de repartir minutos a doquier entre sus doce jugadores.

El equipo de Paco García fue un juguete roto en manos de un rival, que a pesar de sus malos porcentajes en el perímetro, una de sus mejores armas, (3 de 23 en triples), al que le bastó dominar el rebote ofensivo con segundas y terceras opciones para romper el partido en el segundo cuarto (37-24) para dejarlo totalmente visto para sentencia en el tercero (63-43) con un explícito 81-39 en valoración con 19 asistencias de los coruñeses.

El Real Valladolid Baloncesto viajó a Coruña con el paraguas abierto con el objetivo de aguantar el chaparrón y preparar, ya sin prácticamente opciones de lograr ventaja de campo, los playoffs. Sin embargo, sin un director de juego, no le quedó más remedio que improvisar con Puidet y el joven Lambás en el puesto de ‘uno’, circunstancia que supo leer bien Coruña para subir líneas y apretar el balón.

La resistencia vallisoletana se quedó en el 24-23 de los inicios del segundo cuarto. A partir de ese momento se quedó seco en ataque y pese a la mala puntería de Coruña, con su mejor artillero como muestra, Barrueta con 1 de 8 triples), el partido se rompió abriéndose una brecha que llegó hasta los 23 puntos (67-44). Nwogbo, que abanderó la tímida resistencia fue un islote en la inmensidad del océano y solo el deseo de no querer hacer sangre Coruña dando protagonismo a su segunda unidad propició que al menos el Real Valladolid pudiera maquillar la derrota hasta el definitivo 80-66.

Una derrota con la que se contaba pero que deja entre líneas la necesidad de recuperar físicamente a  sus dos 'unos', Torres y Zigmantavicius, y... mentalmente a sus dos 'cuatros', Sergio de la Fuente y Jaime Fernández, una sombra de sí mismos. Y todo a la espera de que el Comité de Competición de la FEB tenga la deferencia de reunirse y... resolver el recurso presentado por el Real Valladolid con el 'caso Schmidt', bajando su sanción, de momento cumplida ya con tres partidos. Y qué tres partidos. 

80 – Leyma Coruña: Sebastian Aris (4), Olle Lundqvist (10), Yunio Barrueta (12), Alejandro Galán (7), Goran Huskic (4) -quinteto inicial-. También jugaron: Ingus Jakovics (4), Atoumane Diagne (10), Pablo Hernández (8), Aleix Font (7), Sean McDonnell (2), Alejandro Hernández (2) y Beka Burjanadze (10).

66 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Martynas Zigmantavicius (0), Maj Kovacevic (14), Romaric Belemene (7), Sergio de la Fuente (2), Lotanna Nwogbo (16) -quinteto inicial-. También jugaron: Juan Lambás (0), Martynas Zigmantavicius (2), Juan García-Abril (7), Jaan Puidet (1), Lucas N’Guessan (15), Herve Kabasele (4) y Jaime Fernández (0).

Parciales: 20-13, 17-11, 26-19 y 17-23 (80-66 final).

Árbitros: López Herrada, Quintas Álvarez y Adán Rodríguez.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima jornada de la liga LEB Oro, disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor el domingo 14 de abril de 202